El descrédito que acompaña a MD5 en su actual fase de obsolescencia ha servido a un motorista australiano para eludir el pago de una multa por exceso de velocidad basada en una prueba fotográfica.
Al parecer el sistema de tráfico de Sydney aplica MD5 a las fotos para garantizar que hora, fecha, velocidad y placa de matrícula no han sido alteradas tras la toma. La defensa del motorista ha sabido argumentar que MD5 es un algoritmo trasnochado y la acusación no ha podido encontrar un solo experto dispuesto a certificar lo contrario.
Ahora la situación es muy problemática, porque todas las multas de tráfico impuestas en Sydney podrían ser recurridas echándole la culpa a la mala criptografía.
Para los no iniciados MD5 es un algoritmo informático de encriptación que ya ha sido roto, como me explicó don moro en un post de informática creo, el motorista ha argumentado que debido a esto no es seguro que la foto no se haya manipulado.