Hay un libro de Michael Chrichton bastante entretenido que se llama Rescate en el Tiempo (olvidaos de la penosa película, éste es mil veces mejor en todo, como siempre le ha ocurrido a éste escritor, en el cine).
Hay un capítulo en concreto en el que se habla de la posibilidad de cambiar el presente debido a ciertas variaciones realizadas en el pasado debido a un viajero en el tiempo descuidado.
Chrichton aboga por la posibilidad de cambiar el presente, pero no de manera especialmente importante para el transcurrir de los hechos.
Por ejemplo, imagina que alguien viaja al pasado y asesina a Hitler.
Según su teoría en esa misma época también existiría otra persona que finalmente realizase los mismos hechos que el nazi cabrón, quizá variando ciertos aspectos como motivaciones en la ideología, y quizá en contra de los judios no, sino en contra de los musulmanes, por ejemplo.
El caso es que de cualquier modo habría habido una segunda guerra mundial, y el consiguiente genocidio.
Incluso en el caso de matar a tu propio padre, no imposibilitaría tu nacimiento, sino que propone que la warrilla de tu mamá se lo haría entonces con un negro samoano.
Tú nacerías igualmente, sólo que en vez de ese purulento acné, Dios te habría dotado de un imponente pene de 23 cm y 15 de perímetro.
Se podrían cambiar ciertos detalles, pero no los hechos importantes, que es como si estuviesen predeterminados de alguna manera en el flujo cuántico.
Me chirría también esa teoría (me parece ridículo que haya ciertos hechos que, por cojones, sean inalterables), pero la veo más lógica que la que dicen en la noticia.
La mera presencia de alguien en el pasado ya alterará el futuro, aunque sea de manera prácticamente imperceptible (una simple huella en el barro).
O es eso, o es que viajar en el tiempo es totalmente imposible.
Pero eso no chana.
