pH, más que hamor, frensi.

La esclava del XXI es asistenta en París
La primera denuncia por esclavitud de este siglo recae en un matrimonio que abusó de una inmigrante.
Por : Redacción

Derechos. ¿Liberté, igualité, fraternité? Todavía no. Siwa-Akofa Siliadin, una joven togolesa de 27 años que fue esclavizada por una acaudalada pareja parisina, ha acusado a Francia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de no haberle garantizado una protección suficiente y efectiva contra el “servilismo” y el “trabajo forzado u obligatorio” al cual estuvo sometida durante casi cuatro años.
Es la primera vez que un caso de este tipo, citado en Francia como ejemplo de “esclavitud moderna” en el ámbito doméstico, llega a la Corte de Estrasburgo, en el noreste de Francia.

El tribunal deberá apreciar si la legislación francesa está dotada del arsenal suficiente para reprimir los actos de esta naturaleza y proteger a las víctimas, según el Comité Contra la Esclavitud Moderna, que ha estado detrás de Siliadin desde que la joven logró escapar, gracias a la ayuda de una vecina, del apartamento de la pareja que la explotaba . El rico matrimonio formado por Yasmina Bardet y su esposo, hijo de uno de los fundadores de la editorial Seuil, una de las más prestigiosas de Francia, fue condenado a indemnizar a su ex sirvienta, aunque siempre defendieron que habían preparado una “hucha” para ella, para que su remuneración no corriera peligro y que la consideraban como “un miembro más de la familia”.

La joven acusa a Francia de violar el artículo 4 del Convenio europeo de Derechos Humanos, que dice que “nadie puede ser sometido a la esclavitud”. Se espera que el tribunal emita su dictamen en un plazo de entre seis meses a un año.

Esclava en París

La joven togolesa estaba obligada a trabajar todos los días de la semana, dormía en un colchón tirado en el suelo en la habitación de los niños, solían encerrarla cuando salían, no tenía acceso a la televisión ni derecho a hablar con las visitas.