Granuja a todo ritmo
Publicado: 15 Ene 2005 06:58
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A CORUÑA
Procesado un jubilado por conducir ebrio su 600 por el paseo marítimo
Declaró a la jueza que no veía porque unas prostitutas le echaron una droga en la cerveza
El septuagenario se enfrenta a 4 años sin carné y una multa de 5.040 euros al ser reincidente
(S. Basterrechea | a coruña)
«Yo no veía. Había estado con chicas prostitutas y para mí que me echaron algo en la bebida. Abría los ojos y no veía. Si hasta les pedí a los agentes que me aparcaran el coche», declaró ayer en el Juzgado de lo Penal número 5 M.V.N., un septuagenario coruñés acusado de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Por este delito, el ministerio fiscal solicitó la pena de multa de 5.040 euros y cuatro años de retirada del carné, ya que el jubilado es reincidente. Fue condenado en sentencia firme por idéntica infracción en dos ocasiones anteriores, en junio del 99 y en marzo del 2000.
Ayer, el hombre no se reconoció culpable y aseguró que no se acordaba de nada de lo sucedido en la madrugada del 9 de noviembre del 2003. Eran casi las dos de la mañana y, según el fiscal, M.V.N. circulaba por la avenida Barrié de la Maza, en dirección a la torre de Hércules, con su vehículo, un Seat 600, haciendo eses e invadiendo por momentos el sentido contrario a su marcha.
Una patrulla de la Policía Local que iba justo detrás de él vio sus maniobras y le dio el alto. «Había bebido una cerveza nada más, lo que pasa es que fui al servicio y cuando volví, tomé un sorbo y me supo mal», insistió M.V.N. sobre su teoría de que alguien drogó su bebida. Incluso señaló que cuando lo pararon no sabía ni que estaba en A Coruña. «Para mí que estaba en Vigo», añadió.
Incapaz de hacer la prueba
Los agentes quisieron hacerle la prueba de alcoholemia, pero no fue posible dado el estado de embriaguez en el que se encontraba el septuagenario. «El olor a alcohol que tenía era tan fuerte que invadió toda la cabina del coche patrulla y hubo que abrir la puerta y las ventanillas», declaró un policía. Como no podía soplar, lo trasladaron al hospital Santa Teresa para hacerle un análisis de sangre: dio 2,1 gramos de alcohol por litro. Positivo.
La defensa, ejercida por Víctor Espinosa, pidió la libre absolución. El abogado alegó que los agentes pararon a M.V.N. porque su coche llama la atención y que éste no suponía un riesgo para la circulación. Además, afirmó que si no entendían al jubilado, no era porque vocalizase mal a causa del alcohol, sino porque es catedrático de francés y suele mezclar el castellano con ese idioma.
A CORUÑA
Procesado un jubilado por conducir ebrio su 600 por el paseo marítimo
Declaró a la jueza que no veía porque unas prostitutas le echaron una droga en la cerveza
El septuagenario se enfrenta a 4 años sin carné y una multa de 5.040 euros al ser reincidente
(S. Basterrechea | a coruña)
«Yo no veía. Había estado con chicas prostitutas y para mí que me echaron algo en la bebida. Abría los ojos y no veía. Si hasta les pedí a los agentes que me aparcaran el coche», declaró ayer en el Juzgado de lo Penal número 5 M.V.N., un septuagenario coruñés acusado de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Por este delito, el ministerio fiscal solicitó la pena de multa de 5.040 euros y cuatro años de retirada del carné, ya que el jubilado es reincidente. Fue condenado en sentencia firme por idéntica infracción en dos ocasiones anteriores, en junio del 99 y en marzo del 2000.
Ayer, el hombre no se reconoció culpable y aseguró que no se acordaba de nada de lo sucedido en la madrugada del 9 de noviembre del 2003. Eran casi las dos de la mañana y, según el fiscal, M.V.N. circulaba por la avenida Barrié de la Maza, en dirección a la torre de Hércules, con su vehículo, un Seat 600, haciendo eses e invadiendo por momentos el sentido contrario a su marcha.
Una patrulla de la Policía Local que iba justo detrás de él vio sus maniobras y le dio el alto. «Había bebido una cerveza nada más, lo que pasa es que fui al servicio y cuando volví, tomé un sorbo y me supo mal», insistió M.V.N. sobre su teoría de que alguien drogó su bebida. Incluso señaló que cuando lo pararon no sabía ni que estaba en A Coruña. «Para mí que estaba en Vigo», añadió.
Incapaz de hacer la prueba
Los agentes quisieron hacerle la prueba de alcoholemia, pero no fue posible dado el estado de embriaguez en el que se encontraba el septuagenario. «El olor a alcohol que tenía era tan fuerte que invadió toda la cabina del coche patrulla y hubo que abrir la puerta y las ventanillas», declaró un policía. Como no podía soplar, lo trasladaron al hospital Santa Teresa para hacerle un análisis de sangre: dio 2,1 gramos de alcohol por litro. Positivo.
La defensa, ejercida por Víctor Espinosa, pidió la libre absolución. El abogado alegó que los agentes pararon a M.V.N. porque su coche llama la atención y que éste no suponía un riesgo para la circulación. Además, afirmó que si no entendían al jubilado, no era porque vocalizase mal a causa del alcohol, sino porque es catedrático de francés y suele mezclar el castellano con ese idioma.