Shiz escribió:Patético, ridículo y todo lo que quieras pero técnicamente perseguible con arreglo al Derecho norteamericano, supongo. Si se trata de un delito tipificado en el país donde se le reclama poco importa que se trate de un tipo inofensivo que se dejó llevar por su carácter.
No conozco en perfecto detalle los términos al detalle de la acusación a Fischer más allá de que cobrar por jugar al ajedrez en territorio yugoslavo suponía la violación de un embargo comercial; y posteriormente, dado que evidentemente Fischer no se quiso entregar, imagino que se le añadió un nuevo cargo por rebeldía.
Lo de que estuviese o no perfectamente de acuerdo a Derecho no lo sé; tú supones que sí, y yo supongo que Washington sencillamente redactó una orden basada muy probablemente en una regulación
ad hoc y
ad hominem. No es algo que nos resulte nuevo, es lo mismo que hicieron en la Guerra de Irak: primero señalaron un enemigo y después decidieron bajo qué epígrafes podría justificarse el ataque al enemigo.
Curiosamente, y como en el caso de Irak, una buena parte de la "gran prensa" estadounidense atacó inmediatamente a Fischer -algo que Bobby siempre puso fácil, hay que admitirlo- mezclando la acusación de traición por violacuión de embargo con el ejercer de altavoz para las ideas fanáticas del ajedrecista. Que sí, era un fanático y decía muchos disparates, pero eran sus ideas y la expresión de esas ideas -ni siquiera la negación del Holocausto- no era delito en EEUU ni tenía nada que ver con el asunto del embargo. De repente Fischer era El Malo.
Así que tienes los tres elementos: una decisión de Washington cuyo soporte legal nunca terminó de ser explicado con claridad; una actuación expeditiva de Washington de acuerdo a esa acusación (los bienes americanos de Fischer fueron embargados, por ejemplo, y se siguieron intentando embargar sus bienes en el extranjero), y una sonora campaña de prensa en consonancia con esas decisiones (donde las declaraciones antijudías de Bobby -que para colmo era de origen judío- parecían mágicamente formar una importante parte del caso).
Posiblemente puedas encontrar textos legales para justificar todo el caso Fischer -también los encontrarás para justificar la invasión de Irak- pero a mí siempre me sonó a una caza del hombre con propósitos ejemplarizantes.
PD: Por cierto, no sé si sabías que a Fischer se le suele atribuir el síndrome de Asperger, el mismo que se supone sufre Sheldon Cooper.