Eran tiempos convulsos sin duda pero se supone que el ejército debía apoyar al gobierno para superar la situación no levantarse contra él.
Te pongo unas declaraciones del insigne caudillo para el Diário de Lisboa del 10 de agosto de 1936.
Pregunta—¿Cuáles han sido las causas determinantes de la eclosión del movimiento?
Respuesta—Desde 1931 se venía procediendo a una auténtica operación de desnacionalización y de desmembramiento de España. Se vivía en permanente guerra civil. El ejército venía siendo progresivamente «triturado». Y ahora, en los últimos tiempos, se licenció a casi la mitad de los soldados, siendo cesados o trasladados muchos oficiales de prestigio. Añádase a esto la incitación persistente y consentida a la indisciplina, a la destrucción sostenida de la economía nacional, al descrédito del espíritu patriótico, la aniquilación de España; en fin, ya se verá hasta qué punto era indispensable llevar a cabo este movimiento y ya mismo, porque si es verdad que, de momento, teníamos —y tenemos— la seguridad absoluta de la victoria, eso no lo hubiéramos podido garantizar de aquí a unos meses o a unos días. Porque, con la complicidad y la actuación de los gobiernos, estaba preparada para este mes de agosto la revolución social destructora y sangrienta. La mejor prueba de que esto es verdad, que el peligro era ya enorme, es lo que pasó a bordo de algunos navíos de guerra, en los que, sin conocimiento de los oficiales, se habían formado «comités» de marineros, cabos, sargentos y radiotelegrafistas, que asesinaron o hicieron prisioneros a aquéllos y se apoderaron de los barcos. Afortunadamente, en el ejército los oficiales siguen siendo idolatrados por los soldados por sus cualidades de trabajo y de corazón, —y fue eso, junto con el maravilloso entusiasmo y espíritu de sacrificio de las milicias nacionalistas, lo que hizo posible este espléndido movimiento nacional.
¡Qué se rompe España! y ¡qué viene el comunismo! básicamente esas son la razones del levantamiento y no me digas que se trataba de una realidad factible como para un levantamiento militar.