Palahniuk escribió:Mira, Foreman, yo el caso de Nacho lo veo bien, si no quiere ir porque no lo siente, pues vale.
El Oleguer no lo siente, pero no le importa ir por primas y fama.Ya veo yo como se traga el orgullo.
Aparte de que no debería ir...pero por malo.
Anda que no hay jugadores buenos en su/s puesto/s.
Veamos, por mi parte diferencio dos cuestiones diferentes:
1.-
Tema declaraciones: el hecho de que
Oleguer, como cualquier otro jugador, plantee de modo más o menos acertado sus inquietudes sobre aspectos alejados del fútbol. Creo que es totalmente normal e insisto en que lo raro o chocante del caso proviene del gremio futbolero, tan autista y borreguil en lineas generales. Aquí es donde yo rompo una lanza a favor de la Oleguer por expresarse libremente sin apedrearlo por ello,o sin hacerlo más de lo que corresponda por el fondo de sus declaraciones.
Además, de todos los canteranos del Barça, aunque sólo fuese por cuestión estadística, era lógico que tuviese su cuota nacionalista, digamos
afín a Esquerra, pues sólo es un ejemplo más de la heterogeneida del pueblo catalán(o nación, que ya figura en el preámbulo).
2.-
Convocatoria para la selección española:
En lo deportivo: Parto como tú de que aun no siendo mal jugador, ni de coña es imprescindible en la selección y que hay muchos otros de igual y superior nivel en su demarcación. Si hablaramos de
Puyol o
Xavi, a lo mejor el problema (para el seleccionador) sí sería de mayor calado.
En lo político: El caso de
Nacho es ejemplo de coherencia, personal y política. Siempre fue un tipo alejado de focos y famas varias y declaró recientemente que lo único que lamenta de sus polémicas declaraciones fue la notoriedad que obtuvieron, cuando él sólo quiso ser sincero ante una pregunta de un periodista.
Oleguer; aquí está claro que no es coherente con sus ideas, y si es valiente para manifestarlas, coincido contigo en que debería serlo también para llevarlas a su máxima expresión.
Aquí es donde yo insertaría por los ojales de Oleguer los restos de la lanza rota en su nombre, envueltos respectivamente en
la senyera y la
roja y gualda, para que se vaya aclarando.
Aunque creo el debate es más interesante desde el punto de vista de la Federación española: ¿deben primar cuestiones estrictamente deportivas para la convocatoria o entramos a valorar subjetividades ideológicas?