Tenía 17 años cuando dio su primera clase de conducir. A los 50, cuando esta habitante de la región inglesa de Oxford aprobó finalmente el examen, se abalanzó sobre el examinador y su profesor para... abrazarlos. Quien la sigue la consigue, pensó durante 33 años.
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Sin pausa y sin prisa
Sin pausa y sin prisa
Al cabo de 33 años, por fin se saca el carné de conducir
El sexo es un derecho humano