Viajes reloaded

[M. Corleone]

Y fijo que con la araña esa que es HORRIBLE.

Qué mal rollo da la araña.

En serio, ayer hubo un auténtico vendaval aquí, del tipo "se caen árboles que tiran muros". Así que igual CriCri desayunó resacoso, se enceló en la cama con su chica y no salió a turistear en todo el día, y vuelven con un embrión bilbaíno, tanto ñaka ñaka.

Sí, porque es algo que en Euskadi se hace mucho, lo de follar cuando hace mal tiempo.

Hombre, pero los mandrileños no creo que se contagien, por estar aquí dos días, de nuestro nofollismo agudo, ¿no?

[Criadillas]

Hamigos, como quiero escribir un post detallado de lo que más y menos me ha gustado de Bilbado, puede que este se demore unos días, que ha sido volver a trabajar y encontrarme bastante mandanga que sacar adelante y me va a llevar tiempo.

Pero para que el regomello no os devore por dentro, a modo de tagline se puede decir que la ciudad me ha encantado por lo manejable que es y por lo jodidamente bien que se come en prácticamente cualquier lado. Y vuestras recomendaciones (Basquery y el garito de wiskies que dijo Poshol que no recuerdo ahora su nombre) han sido un absoluto éxito.

A ver si mañana me puedo explayar.

[M. Corleone]

¡Yupi!

[Criadillas]

Bilbao.

Bueno, pues en línes generales ha sido un viaje que ha rozado la perfección y Bilbao nos ha parecido una ciudad francamente recomendable para estar eso; unos tres días más o menos.

Respecto al hotel, en cuanto a relación calidad-precio, nos ha parecido perfecto. Tiene todo lo que se le puede pedir a un hotel de su categoría: limpieza, cero ruido, tamaño correcto de habitaciones, comodidad en la cama y almohadas y WIFI potente que cubre absolutamente todas las zonas). Trato bueno por parte del personal (tienen bar 24h, lo cual para tomar algo tranquilamente antes o después de salir, es guay, tienen cocina también 24h -que no probamos- y el personal cumple bien cada vez que se necesita algo: fue curioso que el recepcionista nada más llegar y darnos un mapita de Bilbao, nos tachó con el boli el barrio de San Francisco y nos recomendó encarecidamente que, pese a lo bien que comunica con el Casco Viejo desde donde estábamos, no lo cruzásemos -recomendación de la que hicimos caso omiso una vez y no nos mató nadie-). El único pero es una señora de la limpieza que un día a las 10:30 estaba limpiando las habitaciones cercanas con música de Mónica Naranjo A TODA HOSTIA DESDE SU MÓVIL y nosotros ya estábamos despiertos, pero no era plan. Nos asomamos para ver quién era, y al darse cuenta de la mirada que le echó mi mujer, la dejó a un volumen normal y aquí paz y después gloria. Se vino arriba con "Sobreviviré"; le puede pasar a cualquiera.


Bilbao me ha encantado. Lo que más guay me ha parecido ha sido lo manejable que es. Como habiais comentado, acostumbrados a patear Madrid, esta ciudad te la ves en un par de días sin apenas esfuerzo. Gracias a donde estaba el hotel, llegábamos a la zona de la ría en 15 minutillos andando, y de ahí veíamos el Guggemheim, luego paseito hacia el Casco Viejo, el Mercado de la Ribera... otro día la calle friki donde esta la tienda de Joker (dignísima en cantidad y calidad de comics, algo corta en libros de fantasía y cifi, creo) y la otra de mil merchan y cosas frikis que hay enfrente y que nos encantó. De ser ricos nos habríamos llevado todo.

Respecto al tiempo, me lo esperaba mucho peor. Llovió, pero no fue nada exagerado, y hubo muchas horas en las que no caía ni una gota, el cielo estaba algo nublado, pero la temperatura era perfecta para darte buenos paseos con chaqueta.

Lo mejor:

-La comida. Comimos muy bien en todos los sitios en los que estuvimos, yendo totalmente a la aventura y guiándonos por la intuición, la carta o el ambiente que veíamos. A base de pinchos solucionamos varias cenas y comidas por una cantidad de dinero ridícula (y decís que Bilbao es caro! Id a tapear o de raciones por Goya en Madrid y os sentireis ampliamente estafados en comparación). Por menos de 20€ los dos, nos poniamos como gordos a base de pinchos y cañas de birra. Una gozada.

A destacar la Basquery. Un sitio al que volvería todos los días, porque lo que comimos (fuimos a tomar un aperitivo por la mañana y a probar alguna cerveza) nos dejó flipados. La carta tenía un pintón espectacular y el precio lo veo más que justo. Luego el sitio ya merece la visita solamente por lo bien que huele y lo chulo que es por dentro. Un garito de 10.

Manejais una tortilla de patata de sobresaliente, también hay que decirlo. Jugosa y contundente. Y unos torreznos estilo norteño: en formato grandote, sin cortar a taquitos, que son drogaína pura. Estuvimos cenando ambos en un garito llamado Txintxirri donde nos atendieron de lujo y nos dieron todo delicioso y a buen precio.


Mención especial en el apartado de dulce a los bollos de mantequilla que hacéis. Me comí 4 en 3 días. Uno de ellos en el tren de vuelta para desayunar este lunes, cubierto parcialmente de chocolate. Mientras me alejaba de vuestras tierras, me lo zampé con sollozos y lágrimas en los ojos cual Homer honrando a "Tenacitas". Espero encontrar una versión probablemente inferior, pero que me quite el mono al menos, en Madrid. Qué cosa más rica, carajo.

Coméis MUY BIEN por el norte, no me cansaré de decirlo nunca, a ver si aprendemos aquí.



-El ambiente de noche. Muy bueno, gente maja, cero mal rollo que viéramos, y tres garitos que me sorprendieron:

Residence: especializado en Wiskey, bar coqueto, estrecho, hipsteroso pero simpático. No sé si será siempre así, pero fuimos el domingo por la tarde a tomar una Guiness y estaban poniendo un jazz muy agradable. Me imagino que la música según el día y la hora variará.

Azzurro: Bar de rock regentado por un personaje muy majete, decorado bastante guay con cds viejunos y máquinas recreativas retro a las que no se puede jugar porque tienen los joystick jodios. Buena música, muy buen ambiente, buen precio (6€ cada copa) y cero garrafón. Allí nos hicimos fuertes un par de horas largas el viernes noche y nos lo pasamos muy buen.

The Boar: Situado en la alhóndiga. Decoración chula, bastante variedad de birras y destilados y un precio asumible y equiparable a cualquier sitio de Madrid de noche (Martin Miller + tónica = 10€).

-Pasear por los alrededores del Guggemhein, la ría, el Casco Viejo... tenéis una ciudad bonita y sorprendentemente limpia. De lo más limpito que he visto, en serio.

-El BIME. Tener a escasos 15 minutos en metro ese espacio, todavía cerca, y tan bien montado, es una gozada. A nivel de organización estuvieron fenomenal pese a la caída sin sustitución de Kiwanuka. Así al menos nos dio tiempo a ver placidamente a Mark Lanegan y a Britanny Howard: dos bestias pardas muy diferentes, uno un animal de actitud y la otra una bestia parda de voz, carisma y buen rollo. Y luego Jamiro, que juegan en otra liga: un fiestón de 2 horas. Pero esto a lo mejor da para explayarse en otro hilo...

Cuando tenga más tiempo os cuento anécdotas y cosas que me gustaron menos o FAIL!! que tuvimos.

[poshol na]

Yo estuve hace un par de años y me paseé por San Francisco sin ningún problema para tomar la precena.

[Criadillas]

Sip, nosotros lo cruzamos por la mañana, casi a la hora de comer, y joder, tampoco es Tijuana. Está petado de moros y negros, y en el parque que hay por ahí no se ve ni una sola mujer; todo jóvenes morunos hablando en los bancos, trapicheando o mirándonos medio mal, pero vamos, absolutamente nada que no veas cualquier día a cualquier hora por Lavapies, por ejemplo. Me imagino que de noche a partir de cierta hora ya no es tan seguro, pero bueno, que había incluso un mercadillo en una calle que bajaba hasta la ría, donde la gente vendía vinilos, libros viejos, decoraciones raras y mil artículos más.

El recepcionista era Voxero, fijo.

[poshol na]

Sip, nosotros lo cruzamos por la mañana, casi a la hora de comer, y joder, tampoco es Tijuana. Está petado de moros y negros, y en el parque que hay por ahí no se ve ni una sola mujer; todo jóvenes morunos hablando en los bancos, trapicheando o lo mirándonos medio mal, pero vamos, absolutamente nada que no veas cualquier día a cualquier hora por Lavapies, por ejemplo. Me imagino que de noche a partir de cierta hora ya no es tan seguro, pero bueno, que había incluso un mercadillo en una calle que bajaba hasta la ría, donde la gente vendía vinilos, libros viejos, decoraciones raras y mil artículos más.

El recepcionista era Voxero, fijo.

Hamigo capitalino, la gente de provincias, que ve a dos foráneos juntos y se alarma. Y si encima es en Vasconienland y ven que son gente sin RH negativo ya se encierran en casa.

[dunker]

Tampoco es recomendable ir a la herriko taberna del casco viejo con una camiseta de la selección española.

En vuestra próxima visita ya tenéis un nuevo reto.

[M. Corleone]

Bilbao.

Bueno, pues en línes generales ha sido un viaje que ha rozado la perfección y Bilbao nos ha parecido una ciudad francamente recomendable para estar eso; unos tres días más o menos.

Respecto al hotel, en cuanto a relación calidad-precio, nos ha parecido perfecto. Tiene todo lo que se le puede pedir a un hotel de su categoría: limpieza, cero ruido, tamaño correcto de habitaciones, comodidad en la cama y almohadas y WIFI potente que cubre absolutamente todas las zonas). Trato bueno por parte del personal (tienen bar 24h, lo cual para tomar algo tranquilamente antes o después de salir, es guay, tienen cocina también 24h -que no probamos- y el personal cumple bien cada vez que se necesita algo: fue curioso que el recepcionista nada más llegar y darnos un mapita de Bilbao, nos tachó con el boli el barrio de San Francisco y nos recomendó encarecidamente que, pese a lo bien que comunica con el Casco Viejo desde donde estábamos, no lo cruzásemos -recomendación de la que hicimos caso omiso una vez y no nos mató nadie-). El único pero es una señora de la limpieza que un día a las 10:30 estaba limpiando las habitaciones cercanas con música de Mónica Naranjo A TODA HOSTIA DESDE SU MÓVIL y nosotros ya estábamos despiertos, pero no era plan. Nos asomamos para ver quién era, y al darse cuenta de la mirada que le echó mi mujer, la dejó a un volumen normal y aquí paz y después gloria. Se vino arriba con "Sobreviviré"; le puede pasar a cualquiera.


Bilbao me ha encantado. Lo que más guay me ha parecido ha sido lo manejable que es. Como habiais comentado, acostumbrados a patear Madrid, esta ciudad te la ves en un par de días sin apenas esfuerzo. Gracias a donde estaba el hotel, llegábamos a la zona de la ría en 15 minutillos andando, y de ahí veíamos el Guggemheim, luego paseito hacia el Casco Viejo, el Mercado de la Ribera... otro día la calle friki donde esta la tienda de Joker (dignísima en cantidad y calidad de comics, algo corta en libros de fantasía y cifi, creo) y la otra de mil merchan y cosas frikis que hay enfrente y que nos encantó. De ser ricos nos habríamos llevado todo.

Respecto al tiempo, me lo esperaba mucho peor. Llovió, pero no fue nada exagerado, y hubo muchas horas en las que no caía ni una gota, el cielo estaba algo nublado, pero la temperatura era perfecta para darte buenos paseos con chaqueta.

Lo mejor:

-La comida. Comimos muy bien en todos los sitios en los que estuvimos, yendo totalmente a la aventura y guiándonos por la intuición, la carta o el ambiente que veíamos. A base de pinchos solucionamos varias cenas y comidas por una cantidad de dinero ridícula (y decís que Bilbao es caro! Id a tapear o de raciones por Goya en Madrid y os sentireis ampliamente estafados en comparación). Por menos de 20€ los dos, nos poniamos como gordos a base de pinchos y cañas de birra. Una gozada.

A destacar la Basquery. Un sitio al que volvería todos los días, porque lo que comimos (fuimos a tomar un aperitivo por la mañana y a probar alguna cerveza) nos dejó flipados. La carta tenía un pintón espectacular y el precio lo veo más que justo. Luego el sitio ya merece la visita solamente por lo bien que huele y lo chulo que es por dentro. Un garito de 10.

Manejais una tortilla de patata de sobresaliente, también hay que decirlo. Jugosa y contundente. Y unos torreznos estilo norteño: en formato grandote, sin cortar a taquitos, que son drogaína pura. Estuvimos cenando ambos en un garito llamado Txintxirri donde nos atendieron de lujo y nos dieron todo delicioso y a buen precio.


Mención especial en el apartado de dulce a los bollos de mantequilla que hacéis. Me comí 4 en 3 días. Uno de ellos en el tren de vuelta para desayunar este lunes, cubierto parcialmente de chocolate. Mientras me alejaba de vuestras tierras, me lo zampé con sollozos y lágrimas en los ojos cual Homer honrando a "Tenacitas". Espero encontrar una versión probablemente inferior, pero que me quite el mono al menos, en Madrid. Qué cosa más rica, carajo.

Coméis MUY BIEN por el norte, no me cansaré de decirlo nunca, a ver si aprendemos aquí.



-El ambiente de noche. Muy bueno, gente maja, cero mal rollo que viéramos, y tres garitos que me sorprendieron:

Residence: especializado en Wiskey, bar coqueto, estrecho, hipsteroso pero simpático. No sé si será siempre así, pero fuimos el domingo por la tarde a tomar una Guiness y estaban poniendo un jazz muy agradable. Me imagino que la música según el día y la hora variará.

Azzurro: Bar de rock regentado por un personaje muy majete, decorado bastante guay con cds viejunos y máquinas recreativas retro a las que no se puede jugar porque tienen los joystick jodios. Buena música, muy buen ambiente, buen precio (6€ cada copa) y cero garrafón. Allí nos hicimos fuertes un par de horas largas el viernes noche y nos lo pasamos muy buen.

The Boar: Situado en la alhóndiga. Decoración chula, bastante variedad de birras y destilados y un precio asumible y equiparable a cualquier sitio de Madrid de noche (Martin Miller + tónica = 10€).

-Pasear por los alrededores del Guggemhein, la ría, el Casco Viejo... tenéis una ciudad bonita y sorprendentemente limpia. De lo más limpito que he visto, en serio.

-El BIME. Tener a escasos 15 minutos en metro ese espacio, todavía cerca, y tan bien montado, es una gozada. A nivel de organización estuvieron fenomenal pese a la caída sin sustitución de Kiwanuka. Así al menos nos dio tiempo a ver placidamente a Mark Lanegan y a Britanny Howard: dos bestias pardas muy diferentes, uno un animal de actitud y la otra una bestia parda de voz, carisma y buen rollo. Y luego Jamiro, que juegan en otra liga: un fiestón de 2 horas. Pero esto a lo mejor da para explayarse en otro hilo...

Cuando tenga más tiempo os cuento anécdotas y cosas que me gustaron menos o FAIL!! que tuvimos.

Me alegro de que te gustara el Basquery.

Lo de San Fran lo tienen que decir, porque los turistas a veces se despistan, y el barrio está muy cerca del centro pijo, y habrá quien se asuste al verse rodeado de negros, pero tampoco es para tanto, se puede pasear durante el día como si nada, y por la noche basta con tener cierta precaución. La zona cada vez se está gentrificando más y está llena de modernillos, pero vamos, igual también ves una pelea entre súbditos de Guinea Bissau o a un tipo metiéndose heroína en vena. Es normal que el hotel lo explique, porque no sabe si eres un pijo mea colonia o un rockero curtido.

Los bollos de mantequilla (probarías solo de Arrese, pero otras pastelerías los hacen muy ricos también) es incomprensible que no se hayan exportado al exterior. En general, en Euskadi hay muy buena pastelería, probablemente por la cercanía francesa. En sitios como Oviedo creen que tienen pastelerías buenas, y las cosas tienen buena pinta, pero luego pruebas y no tienen nada que ver con Arrese, Goya, Zurikalday... las pastelerías de referencia vascas.

La tortilla de patata en bares vascos es mucho mejor que la que suele haber en bares no-vascos, básicamente por la puta manía que tenéis los putos españoles de COCER la patata en lugar de freírla, y hacer tortillas gordísimas muy cuajadas, en lugar de las finas tortillas cebollosas y huevosas vascas. Aunque bueno, por aquí también hay mucha pHurria.

Me sorprende que Bilbao te parezca barato, así que tendré que volver a Madrid o Barcelona, porque en mi última visita a Madrid (¿hace 3 años?) los bares DE DÍA me parecieron más baratos que en Vasconienland. Salir de noche y tomar copazos sí que es caro en Madrid y BCN, y mi recuerdo es que te ponían unos vasos de tubo que eran una puta mierda, y que el garrafón abundaba, cosa que en Bilbao no he visto mucho.

La ciudad es percibida por sus habitantes como la 2ª más limpia de España (solo Oviedo es más limpia, según ese ranking) y el Ayunta se gasta un PASTIZAL en que eso siga así.

Eso sí: la realidad del Bilbao global es una muy diferente que la que has visto (el centro rico), y hay barrios mucho peores (Otxarkoaga, Rekalde, Irala...) y los asesinatos del otro día entre gitanos no ayudan, pero vamos, eso pasa en todos los viajes, vemos solo lo guay de las ciudades y generalmente no te vas a un barrio chungo de París o Londres a ver "la otra ciudad".

Algún día te haré el amor.

[poshol na]

La tortilla de patata en bares vascos es mucho mejor que la que suele haber en bares no-vascos,

En resumen, los vascos hacen la mejor tortilla ESPAÑOLA.