Creo que ese es el gran problema de esos "monstruos", que en el fondo no son tales y hacen las cosas que hacen porque ellos creen que hacen un bien o es su deber, nadie hace el mal simplemente por ser malo.
Aunque tiene que haber un componente de odio muy grande para cometer ciertas atrocidades.
2ª Guerra Mundial
Re: 2ª Guerra Mundial
"Apathy's a tragedy
And boredom is a crime"
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Dolordebarriga
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golondrino
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Re: 2ª Guerra Mundial
¿Eso es la Rusia actual, verdad?
"Yo no quería hacer la comunión porque yo me compraba la revista muy interesante desde los 7 años".
Jal el Ñoras - Valenciano, el que tira del carro de la compra con la cabeza gacha y pensador.
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Dolordebarriga
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Re: 2ª Guerra Mundial
5 de febrero de 1953
Primer día sin racionamiento de dulces desde la segunda guerra mundial en el reino unido
Robado a http://aldea-irreductible.blogspot.com.es/
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Visita Pequeñas historias, no te arrepentirás, o si, o no, o que se yo.
Ultima actualización 5-8-2011
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Re: 2ª Guerra Mundial
Lo grande es la cara del vendedor. XD
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Re: 2ª Guerra Mundial
Me encanta cómo evolucionan los hilos
Claude R. Eatherly
La historia de este señor es tremenda, era comandante en el avión de reconocimiento que debía asegurarse de que en Hiroshima hubiera un tiempo aceptable para lanzar la bomba, fijar el objetivo, y da luz verde a Tibbets para que hiciera lo propio.
Eatherly es el primero de la izquierda, de pie
A diferencia de los demás pilotos que participaron, tuvo pesadillas cuando se enteró de las consecuencias y el hecho le atormentó toda su vida.
Hiroshima antes y después
Después de la guerra, rehusó asistir a los homenajes que le organizaron tras ser condecorado con la medalla de la fuerza aérea por llevar a cabo la misión. Manda dinero y cartas a Japón en las que pide disculpas, intenta suicidarse, comete atracos con una pistola de juguete sin llevarse nada, asalta cajeros y oficinas de correos con el fin de que le detengan. Pero no consigue que lo consideren un criminal, lo llaman “el piloto loco” y lo encierran en un manicomio, donde muere en 1978.
En el psiquiátrico se cartea con el filósofo austriaco Günter Anders durante varios años. Estas cartas se recogen en el libro “El piloto de Hiroshima: Más allá de los límites de la conciencia”.
“Desde que tengo uso de razón, siempre me he interesado vivamente por la cuestión de cómo se debe obrar y actuar. No soy ningún fanático en temas religiosos ni políticos, pero estoy convencido de que la crisis en la que todos estamos inmersos exige que reexaminemos profundamente todo nuestro sistema de valores y lealtades”
“Para la mayoría, mi rebelión contra la guerra es una forma de locura. Pero no hubiese podido encontrar otra manera de explicar a los hombres que una guerra atómica no solo trae consigo destrucción física, sino que también desmoraliza al ser humano. Me da completamente igual que piensen los hombres de mi moralidad si de esta forma puedo causarles perplejidad y lograr que comprendan que no pueden volver a hacerse esto a sí mismos, ni a sus hijos”
Misión relatada por el sargento Jack Bivans, ingeniero a bordo del avión.
Dicen que hay una carta por ahí (que pone la piel de gallina) que le escribieron un grupo de japonesas supervivientes, en la que le exoneran de toda culpa, ya la buscaré.
Claude R. Eatherly
La historia de este señor es tremenda, era comandante en el avión de reconocimiento que debía asegurarse de que en Hiroshima hubiera un tiempo aceptable para lanzar la bomba, fijar el objetivo, y da luz verde a Tibbets para que hiciera lo propio.
Eatherly es el primero de la izquierda, de pie
A diferencia de los demás pilotos que participaron, tuvo pesadillas cuando se enteró de las consecuencias y el hecho le atormentó toda su vida.
Hiroshima antes y después
Después de la guerra, rehusó asistir a los homenajes que le organizaron tras ser condecorado con la medalla de la fuerza aérea por llevar a cabo la misión. Manda dinero y cartas a Japón en las que pide disculpas, intenta suicidarse, comete atracos con una pistola de juguete sin llevarse nada, asalta cajeros y oficinas de correos con el fin de que le detengan. Pero no consigue que lo consideren un criminal, lo llaman “el piloto loco” y lo encierran en un manicomio, donde muere en 1978.
En el psiquiátrico se cartea con el filósofo austriaco Günter Anders durante varios años. Estas cartas se recogen en el libro “El piloto de Hiroshima: Más allá de los límites de la conciencia”.
“Desde que tengo uso de razón, siempre me he interesado vivamente por la cuestión de cómo se debe obrar y actuar. No soy ningún fanático en temas religiosos ni políticos, pero estoy convencido de que la crisis en la que todos estamos inmersos exige que reexaminemos profundamente todo nuestro sistema de valores y lealtades”
“Para la mayoría, mi rebelión contra la guerra es una forma de locura. Pero no hubiese podido encontrar otra manera de explicar a los hombres que una guerra atómica no solo trae consigo destrucción física, sino que también desmoraliza al ser humano. Me da completamente igual que piensen los hombres de mi moralidad si de esta forma puedo causarles perplejidad y lograr que comprendan que no pueden volver a hacerse esto a sí mismos, ni a sus hijos”
Misión relatada por el sargento Jack Bivans, ingeniero a bordo del avión.
Dicen que hay una carta por ahí (que pone la piel de gallina) que le escribieron un grupo de japonesas supervivientes, en la que le exoneran de toda culpa, ya la buscaré.
Re: 2ª Guerra Mundial
-Private James Hendrix of the 101st Airborne, playing guitar at Fort Campbell Kentucky 1962
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