El último concierto al que has ido.

[poshol na]

Sábado 22 de mayo de 2010.
Barcelona
Razzmatazz
Gogol Bordello.

No mucho más.

[Fulanita]

Aquí tocan el viernes 21, a ver si convenzo a alguien para ir.

[poshol na]

Si no convences a nadie, vente a Barcelona, y follamos.
Si quieres antes vamos al concierto, pero no es imprescindible.

[Fulanita]

Tú lo que quieres es sacarme un riñón y venderlo en el mercado negro. Y si de paso te pago unas fantas, pues tanto mejor. Sois todas unas putas, que lo sepas.

[poshol na]

Y además revendería tu entrada del concierto.

[Redneckensson]

Yo iré contigo si no convences a nadie, Fulanita. Me reconocerás porque llevaré un clavel rojo en la solapa.

Y porque seré el único de entre la concurrencia que supere holgadamente los doscientos kilos de peso y al que le huelan las ingles como a cheetos y jamón de york rancio —aunque esto último si todo va bien lo descubrirás más tarde.

No me gustan mucho los bordellos esos ni la fanta, así que casi mejor podrías pagarme la entrada.

[Fulanita]

Pero hoyga, que es un concierto, que hay que salir de casa y aguantar una hora y pico de pie en un espacio cerrado con chopocientas personas más... Si tiene usted huevos, aunque huelan a risketos, nos vemos allí.

[Doctor Beaker]

Kurt Rosenwinkel Trio & the Overtone Quartet

No sé cómo fue que alguien convenció a Dave Holland, Chris Potter y los otros dos monstruos de ir de teloneros del zanguango de la guitarra, que toca muy bien pero a mí me aburrió. Total, que muy bueno el cuarteto, y el trío era impecable pero la gente se iba antes. A lo mejor Holland quería tocar antes de que el otro le espantara el público...

[poshol na]

Gogol Bordello.

Pues muy bien, oiga. Bastantes del último disco pero, de hecho, en un concierto de estos tío, el conocer o no una canción es lo de menos, a no ser que te interese saber si va a haber pogos o no.
Momento mítico en el que el percusionista se puso de pie sobre el bombo, que estaba siendo aguantado a pulso por el público y, tras surfear un rato, se tiró sobre el la gente.
En este concierto solo había una de las cabaret girls.
Y Fulanita no vino, pero bailé junto a Kira Miró, que es más bajita de lo que me pensaba.

[Criadillas]

No me das ninguna envidia.

Yo en un Universimad bailé al lado de las hermanas ÖrKÂs que formaban Dover. Iban en pleno junio con botas de lluvia con forro dentro y sobreros de cowboys deshilachados y con más mugre que el baño de un bar de camioneros.

En ese momento casi me hago maricón, pero sabiamente decidí emborracharme de tal manera que me quedé inconsciente y me trasladaron en ambulancia y gratis al Gregorio Marañón donde, ahora sí, núbiles y tiernas enfermeras me hicieron un lavado de estómago y un tacto rectal.

ME SALBA RON LA BIDA.