Enésima crónica festimadera.
Criadillas escribió:Estación de autobuses de Fuenlabrada Central.
Como bien dice Cerdillas, aquel mito de los autobuses gratuitos para llevar al Festimad era poco más que humo. Venía un autobús cada 20-30 minutos en el mejor caso, y las colas no solían bajar de las 500 personas, gente para llenar fácil 8 buses (enlatados todos como buenos hermanos).
Yo llegué el jueves a las 23:40 o así a Fuenlabrada, y lo primero que nos encontramos al salir de la estación de Cercanías era una señal que indicaba la parada del Festimad de una forma curiosa. Con una flecha que daba una vuelta y se acababa señalando a ella misma.
Marvelous.
Total, a preguntar por dónde caía.
Para cuando llegamos nos enteramos por un taxista de que los autobuses ya no pasaban a esa hora (terminaron a las 23:30 el primer día, antes de que la gente llegase, que había cercanías que salía a esa hora de Madrid) y tuvo todo el mundo que pillar taxi. Algunos valiente se fueron andando, menudo pateo tuvieron que dar...
A las 3:00 de la madrugada se termina de montar la tienda, y como es de noche no se ve un carajo lo que los primeros rayos del día siguiente confirmarán, que el parque de la Cantueña es una puta mierda que no está preparada para albergar un festival.
Bueno, para Monegros tal vez.
Todo tierra, piedras, ramitas cortadas que se metían por tu tienda y todos los rincones de tu cuerpo, árboles irrisorios que daban más calor que sombra, tiendas de campaña convertidas en invernaderos, etc...
Nada que ver con lo dicho por la organización (extraído de la revista alterEGO entregada en el festival):
"Un entorno en el que zumban los insectos sobre las florecillas silvestres en esta época del año, con grandes árboles y sus preciadas sombras, verdes praderas para tumbarte al sol si lo que quieres es tostarte, aire puro y en definitiva, la naturaleza a tus pies y, sobre todo música y todo lo que se mueve a su alrededor".
Casi nada.
El resto de la organización, pues como ya han dicho todos, precios carísimos (hasta la última noche cobraban 2€ por un botellín de medio litro de agua, aunque al final los pusieron a 1€), muy pocas fuentes (en la zona camping sólo un tubo para dar agua a la gente en plan caballos, con colas de 100 personas fácil permanentemente), las duchas eran 10 y siempre estaban jodidas más de la mitad, pocos W.C.'s y o ibas el primer día u olvidate de plantar pinos en el festi (algo normal en los festivales, vale).
Total, muchísimo calor y poco con lo que resguardarse.
Añadamos que había que hacer cola para todo, incluso para hacer cola. Sí señores, para ir a la zona de conciertos había que hacer una primera cola en la que miraban si metías bebidas de fuera (para que te gastases los lerus dentro) y luego te miraban la entrada y te daban una apetitosa-de-arrancar-del-cuello-y-joderte tarjetita de acceso, la cual si perdías simplemente tenías que comprarte otra entrada o a la puta calle. Qué majos.
El único modo de sobrevivir al Festimad era buscarte las castañas fuera, ya fuese buscando por los polínganos colindantes o yendo a Fuenlabrada City, a arrasar con el Carrefour.
Pasando a la etapa conciertos:
Entramos a las 16:00 con ganas de ver a los Legen Beltza, pero por no saber que había que hacer colas para entrar a los conciertos, nos lo perdimos, así que fuimos directamente al plato fuerte de la tarde.
SkizooCon-cier-tazo.
Los que no los hayan oído nunca, ya tardan en bajarse Renuncio al Sol por ejemplo (cuando vuelva a casa y mire los mp3 daré algún nombre más). Grupete formado por miembros de Sôber, XXL, Saratoga y no sé qué más.
Suenan muy bien, se portaron muy bien en el directo, animaron a la gente, y si le sumamos que pude verlo en la sombrita del escenario y cerca viendo todo, pues mejor que mejor.
De los que más me gustaron.
Sobre el 10 al sonido dado por Criadillas, no puedo estar muy de acuerdo. Sólo hay que ver que el pobre cantante de Skizoo estuvo un buen rato sin que se le oyera y desesperado haciendo gestos mientras cantaba y la peña le gritaba: "Que no se oye coño!!". Menos mal que lo solucionaron a la segunda canción, aunque seguía yendo algo mal.
Aquí todavía no tragué polvo, porque pillamos viva la lona que estaba hasta unos metros cerca de los dos escenarios principales.
Pero la suerte duraría poco.
En cuanto terminaron los cañís, nos fuimos a la zona de camping a refrescar el gaznate y a buscar algún refugio al calor imperante en la zona. Ya se podían ver multitud de gambas recorriendo el Festimad cual camarones entre la marea.
Posteriormente, una vez alcoholizadas mis venas me dirigí ilusionado a ver a los bastodontes Mastodon, pero tuve que desistir tras ver como la diminuta Carpa donde tocaban estaba más colapsada que las carreteras céntricas de Madrid en hora punta (toma dato gratuito sacado de la manga sin tener ni puta idea).
A pillar sitio para Slayer.
Pillé algo de Nightwish, la piba canta como el culo, pero bueno, me daba bastante igual.
Slayer.
De los grandes del Festi. No soy muy fan de este grupo, pero joder, no podemos restarle méritos. Hoy leí en un periódico universitario de estos hechos por gente con tanta coherencia en que los llamaban "vagos" por según ellos "pausarse mucho entre canciones y dar poco espectáculo". Muerte a
Aula Magna.
Sólo recordar cuando el batería empezó a darle al doble bombo manos al aire me pone los vellos de punta, o ver a ese bicharraco que es el guitarrista tocando solos a velocidad frenética.
Qué guapada coño.
Marylyn Manson.
Bah, bastante mediocre.
Tenía ganas de verlos por el show que luces y colores que montan, pero musicalmente sabía lo que me iba a encontrar.
Si a eso le añades que todo el mundo cerca del escenario empezó a darse de hostias en plan serio, y que la mayoría tuvimos que salir por patas de allí si queríamos sobrevivir al viernes, pues empeora aún la nota del tipejo este.
Al menos sabe como jugar con la gente y hacerse el rey. Salir 15 minutos tarde, y acabar como dejando en el aire que tocarían un tema más, pero no aparecer otra vez.
Qué cabrón.
Después del palizón, a cenar algo y a sobar un poco, lo poco que el puto Festidance permitiera.
Era como tener una jodida Game Boy sonando constantemente al lado de tu oído.
Lo peor de lo peor.
Muerte a Festidance.
Sábado.
A las 7 de la mañana ya ha salido el sol y empieza a arder tu tienda.
Si quieres ir a la ducha a esta hora ya tienes que hacer cola, aunque pequeña para la que se formará en un par de horas y durará todo el día.
Y todo para ducharte con agua con-ge-la-da.
Viendo como había sido de doloroso el día anterior decidimos acampar en el Carrefour de nuevo, comer allí tranquilamente y pasar la ola de calor lo más rápido posible.
Total, para cuando volvimos, tintitos al canto en el invernadero y conciertos de nuevo.
Mención especial merecen otros de los héroes anárquicos del festi, unos chavalotes que se dedicaron a robar tickets de bebidas para venderlos fuera a la mitad de precio. Los muy cabrones debieron hacer su agosto, pero al menos gracias a ellos al resto de los mortales nos costaba algo menos el tomarnos algo.
Hedtrip.
A estos pibes no los conocía demasiado, sólo de una canción, y con el pésimo sonido de la carpa no puedo juzgarles por el concierto realizado, así que tendré que escucharles en cd. Al menos se entregaron bastante.
También hube de sacrificar a Hermano para ver a
Elecktra.
Tan sólo conocía un disco de esta gente hasta la llegada del Festimad (ahora acaban de sacar su segundo), y no defraudaron.
Fueron los que más se entregaron, el cantante acabó cantando mientras era manteado por los espectadores que habían cerca, salió a cantar con él el de Skunk DF a liarla un poco más allí, y multitud de detalles más que hicieron el concierto muy ameno.
Grandes.
A partir de aquí, tormentazo de arena que hizo que los poseedores de lentillas sufriéramos de lo lindo. Ríete tú de las afecciones oculares enumeradas por Cerdillas cuando puedes sufrir ataques de tierra y paja directos a tus retinas. Eso sí, de buen rollo, que es el Festimad.
Nos perdimos la actuación de Fu Manchu, del cual me hablaron después maravillas. Incluso que el guitarrista tocaba la guitarra con la cabeza (¡¡!!). Esto necesito que alguien me lo confirme, y si hay documentos gráficos que lo atestigüen, mejor que mejor.
Llegué con mi bocata (5€ de bocata para que aquello estuviese más seco que el ojo de un tuerto)
cerca del escenario de Incubus, a esperar a que empezara. Ya había bastante multitud un cuarto de hora antes de que empezase (22:00). Los más afortunados y avispados fueron a ver Hora Zulú y no acabaron perdiéndose nada.
Tras una hora esperando, y muchos pitos, cánticos e insultos, salió un personajillo de la organización avisándonos de que por problemas con el viento todos los conciertos deberían trasladarse a la otra carpa y que en 30 minutos todo estaría listo para que saltase Incubus a la palestra.
Pasan dos horas y media. La gente está ya de los nervios, durante esas horas se oye de todo, al principio la gente canta lo típico metiéndose con la organización, pero cada vez son más frecuentes los pitidos acompañados de cánticos alabando a familiares maternos de la organización.
Entre esta espera, el cachondo personajillo de la organización no tuvo nada mejor que decir para calmar los ánimos que: "también podéis disfrutar del espectáculo de los técnicos de mientras". Qué cachondo.
Realmente creo que el que manejaba el cotarro en esos momentos debía ser poco menos que subnormal (Makako dixit). Si ves que 30 mil personas están desesperando, cuenta qué coño está pasando y no des largas.
Dijeron que había peligro por el viento, pero hasta el día siguiente que me lo contaron no me enteré realmente de lo que había pasado. Luego al final si vi ya el techo de la carpa Heineken en el suelo (media hora pensaban tardar en bajarla, qué cachondos) y supuse que algo tendría que ver (Jordi-lumbreras).
En fin, un poco antes de las 2 de la mañana empezó a caldearse el ambiente bastante. La sombra de Limp Biscuit era alargada, y la gente comenzó a ponerse nerviosa. Pedradas y lanzamiento de botellas con arena a la torre Heineken de la derecha (de la que yo estaba al lado). Todos los que estaban allí, incluído un camara de TVE tuvieron que bajar para evitar ser diana de algún energúmeno.
Pero claro, cuando llevas más de 4 horas de pie inmóvil y ves a gente allí sentada que te mira y se descojona, entran ganas de tirar piedras y más cosas. Aún me extraña que no invadieran la torre a lo Warcraft (algún intento hubo, usando una señal de tráfico (¡¡!!) como estilete).
Tras lo de la torre, se empezó a oir: "El coche! El coche!". A lo que todo el mundo de mi zona levantó la mirada a través de la valla de la torre Heineken que nos tapaba, y pudimos ver como 5 o 6 chavales intentaban volcar un Toyota de publicidad. Empezaron los cánticos, y a los pocos segundos el coche acabó en una especie de riachuelo (para algo de agua que había en el Festi y estaba oculta). Cánticos victoriosos a partir de ese momento.
Justo después salió de nuevo el personajillo de la organización, al que todos respondimos alegremente con cánticos como "Ese coche ese coche eh". Se ve que no se debieron enterar, porque lo que hizo fue avisar de que Incubus estaban en el camerino preparados para tocar en breve.
Creo que no se enteraron de lo del coche, porque ya pensaba que cancelarían todo lo que quedaba cuando vi el coche cayendo. Y bueno, echando la vista atrás, a la carpa de venta de bebidas, se me hacía curioso el ver siempre al menos dos botellas de agua volando. "La gente tiene mucho calor" (Jordi-iluso).
En definitiva, más pitos aunque fuesen a salir Incubus a tocar. Todo el mundo estaba ya muy quemado con todo. Y menuda papeleta para los californianos.
02:00 aproximadamente.
Brandon Boyd y cia. saltan al escenario. Empieza el concierto. Dos o tres botellas vuelan hacia el escenario, pero aguantan estoicamente.
Sonido genial, consiguen acabar calmando a la gente con su buena música. Al final todo el mundo acaba olvidando los problemas y se centra en disfrutar del gran concierto que estaban ofreciendo.
Un 10 para Incubus, concierto perfecto (vale, se echaron de menos más canciones de otros discos como Drive por ejemplo, en vez de tanto A Crow Left To The Murder) y salvaron el culo a la organización y al propio Festimad. Porque tras lo del coche cualquier grupete con aires de grandeza hubiese renunciado a tocar, y se hubiese liado la gorda de verdad. Por supuesto System y Prodigy hubiesen sido cancelados también y habríamos salido en más que una página del País o 2 minutos en el telediario.
Si hasta he leído en un periódico que han catalogado al Festimad 2005 como el pequeño Woodstock 99 (bueno...).
Acabado Incubus tocaba el momento álgido de la noche y del fin de semana.
System Of a DownCurioso ver a Serj Tankian armado a su organillo eléctrico marca Playschool, o a Malakian trajeado para liarla en un concierto. Al batería no se le veía con el pequeño instrumento que le ocultaba. Y el bajista anduvo bastante desaparecido para lo que suele acostumbrar, o al menos yo le ví poco.
Comenzaron nada más y nada menos que con BYOB
Bueno, más bien con Soldierside, pero se perdona porque esa canción se enlaza directamente con B.Y.O.B.
Empezaron tocando un repertorio de su nuevo álbum, el Mesmerize, que a mí me pareció una mierda, pero bueno, en directo algunas canciones se salvaban (Old School Hollywood lo único curioso que tenía era oír la voz distorsionada)
Todo el mundo empezó a saltar y darse de hostias, pero eso sí, nada como en el concierto de Manson. Aquí si en algún momento veían que uno se iba a caer o algo, te agarraban rápidamente o te daban la mano. Con buen rollo Festimadero coño. Y a seguir dándonos hostias y botar como locos.
Hay que añadir también que en cada canción que hacía que la peña saltase como berracos, se levantaba una enorme nube de tierra con la que respirar se hacía imposible sin tragar tierra.
Aunque los momentos más emotivos se vivieron con canciones lentas como Aerials, Lost In Hollywood (joder, siento mucho reconocerlo, pero Malakian cantó bien...), Roulette...
Aunque "el momento" fue cuando empezaron a sonar los acordes de Chop Suey!. Todo el mundo empezó a cantar, fue la única vez en el festival en que los espectadores se comían el sonido del grupo. Por momentos no se oía nada más que a la gente. Una pena la verdad, me hubiese gustado oír esa canción en directo, pero joder, qué bonito fue.
Y a partir de ahí, casi todo fueron clásicos anteriores y míticos (sin dejarse prácticamente ninguno en el tintero), tales como Spiders, Mr Jack (acojonante en directo, en serio), Boom!, Toxicity....
Mr. Jack fue la hostia, pero Spiders y Boom! ahora mismo no las recuerdo, sobre todo Spiders (aunque igual la tocaron y no me cosqué de tanto salto y empujón).
Eché mucho de menos Fuck The System. Aunque no quiero pensar lo que le hubiese podido pasar a mi integridad física si llegan a tocarla... Lo mismo con IEAIAIO.
Más de una vez Serj, entre canción y canción soltaba entre risas un:
-¡¡¡Crazy mutherfukers!!! ¡¡¡You are absolut crazy!!!! ¡¡¡Mutherfukers!!!!
Incluso una vez, tras tocar Spiders, creo, soltó:
-It´s being the best show that I ever lived!!!! (creo que se dice así).
Y lo mejor de todo es que lo decía sinceramente.
La respuesta sonora del público creo que os podéis hacer una idea de cómo fue.
El líder espiritual de esa banda, el que suelta risas maquiavélicas de psiquiátrico, el que habla y anima al público, es el zumbado de Daron Malakian. Y en este último disco ha mostrado aún más que es más líder de la banda que el cantante, por mucho vozarrón que tenga éste.
También a poco de terminar el concierto dijo que ese mismo día era el 10º aniversario de la creación de System, y que querían celebrarlo con nosotros y tocaron no recuerdo qué canción que enervó de nuevo a la gente hasta los límites.
Por cierto, para no olvidar sus motivaciones políticas, alguna imagen de Bush no faltó por ahí detrás en las pantallas de luces esas. Je.
Los reyes del Festimad 05.
2 horas de concierto que hicieron valer la pena tanta espera y agonía. No creo que mucha gente acabase descontenta.
Las 5 de la mañana, aún quedan Prodigy por tocar, pero mucha gente abandona para recoger las tiendas o para simplemente irse a dormir después de tal maratoniana jornada.
Aquí fue cuando fui a refrescar un poco el gaznate y observé anodadado el estado de las carpas de bebida. A lo lejos divisé 3 o 4 energúmenos enganchados en unos cables gruesos que estaban puestos en cruz y yo pensando "¿qué coño hacen los flipaos esos?" en cuanto entré en la carpa y lo ví todo destrozado, y un chorro de cerveza saliendo a presión con multitud de vasos alrededor tratando de ser llenados, ya me imaginé a qué se debían aquellas botellas voladoras.
Poco menos que alucinante.
Me cagué un poco en ellos, porque me harían ponerme a buscar donde gastarme los vales que ya tenía, pero no puedo engañarme diciendo que no me alegré un poco al ver aquella escena anárquica. Qué grande esa foto del chaval levantando el bidón de Heineken y los chorros de cerveza flanqueándole por ambos lados.
Por fin encontré dónde comprar en la zona de camping, y al poco rato ví subir un coche de bomberos en dirección a la zona de conciertos, lo que no sabía exactamente era el qué habían quemado, jeje.
En fin, esta es una de las últimas anécdotas vividas en ese puto políngano dejado de la mano de Dios, a partir de ahí, tan sólo recoger las tiendas con Prodigy de fondo (la gente no pudo evitar parar un poco para dar unos pocos saltitos con el mítico Smack My Bitch Up) para después seguir con el cansino Festidance (muerte al Festidance again!).
De nuevo autobuses urbanos, aunque he de reconocer que esta vez la cosa estuvo algo mejor, llegaban de 2 en 2 o de 3 en 3, y como mucho en un periodo de 10-15 minutos, al menos a la hora a la que estuve yo por allí esperando. Creo que fue el único momento en que no me cagué en la organización. Minipunto para los subnormales.
Llegada a Méndez Álvaro. No tiene precio ver el careto que se le queda a la gente cuando le dicen a las 08:45 que no hay billetes hasta las 18:00, pero que si prefieren pueden irse al día siguiente. Pero no hay problemas, todo es buen rollo en Festimad. Así que todo el mundo a dormir en plan mendigo por la estación. Fácilmente podrían haber unos 200 festimadienses
acampados por allí, alargando un poco la fiesta.
Y poco más, de ahí a casita a poder darnos una duchita caliente y dormir blandito.
Aquí termina la crónica proveniente del parque de la Cantueña, se despide el reportero más melosero y dicharachero,
Jordison