Los tigres (folladores) asiáticos
Publicado: 25 May 2006 17:02
Supongo que conocéis la expresión "tigres (aka dragones) asiáticos" para referirse a las nuevas potencias económicas asiáticas. Tras una primera ola formada por Taiwan, Hong Kong, Singapur y Corea del Sur (esos amigos) siguió una segunda oleada, más reciente, formada por Filipinas, Tailandia, Indonesia o Malasia. A nosotros nos interesa el caso de este último país.
Para poner en contexto, cabe decir que Malasia hasta hace un cuarto de siglo era el típico país tercermundista, con una economía basada en el sector primario. Poco antes del 1980 proliferaron las fábricas (debido a la misma razón por la que, por ejemplo, muchas fábricas están largándose de aquí para ir a Europa del este; en este caso era Japón el que buscaba mano de obra barata en otra parte), pero muy a saco, no como en España, y el cambio de vida fue significativo para el malayo medio.
Bien.
Sentada esta base, quiero contaros un curioso caso que se dio en unas cuantas fábricas de microcompontentes electrónicos en Malasia. La disciplina y las relaciones sociales de la fábrica tenían poco que ver con lo que era la vida que había imperado hasta aquel entonces. Para empezar, existía en las fábricas una extraña jerarquización: los directivos eran japoneses, los ingenieros y supervisores chinos, los encargados malayos y los currantes eran exclusivamente mujeres malayas. Ni que decir tiene que los tres grupos anteriores estaban formados sin excepción por varones.
Esto, junto a otras formas poco naturales de estratificación y disciplina, sumado a un trabajo agotador y abusivo, de algún modo trastocó a las currantes. El caso es que, espontáneamente, empezaron a darse casos de posesión por espíritus, que por lo visto en ocasiones incluso llegaban a posesiones simultáneas de más de 120 trabajadoras. Sé que parezco Iker Jiménez pero seguidme. Las trabajadoras decían ser poseídas por hombres tigre, que venían a vengarse puesto que, según decían, la fábrica estaba construída sobre un viejo cementerio. Decían ver a los hombres tigre y entraban en una especie de trance en el que no está muy claro qué sucedía: por lo visto ellas veían como el hombre tigre de turno las follaba salvajemente, mientras sus cuerpos se movían bruscamente, de sus bocas salían insultos y todo en general era un poco en plan El exorcista.
Las empresas optaron por contratar chamanes locales, que llevaron a cabo los rituales pertinentes para que los hombres tigre dejaran de dar por culo -literalmente (o no).
Yo no haré un análisis de si lo que veían era cierto o no. A mí me parece en primer lugar una especie de explosión mental al estar sometidas a un estrés desquiciante, que desembocó de un modo sexual y violento al mismo tiempo. Ahora bien, a la que eso le pasa a 120 tías al mismo tiempo es que o bien hay muchas ganas de cachondeo o muchas ganas de escaquearse. También podría ser que efectivamente estuvieran mal de la cabeza. Incluso podría ser que existieran los hombres tigre, qué coño.
Lo que llama la atención es la relación que se establece aquí. Cómo las explotadas trabajadoras malayas ven cómo un hombre tigre (¿una bonita representación para los mencionados "tigres asiáticos"?) se las folla hasta reventarlas. Seguro que, si se hubieran fijado bien, hubieran visto cómo llevaba bordadas una bandera japonesa y una yanki.
Venga.
PS: Evitad chistes que contengan algo parecido a "cayo malayo". Sé que me he cargado las pocas respuestas que pudiera tener este post pero me da igual. Sufro con la vergüenza ajena. Con la propia, como veis, no. Vaya tontería de postdata.
Para poner en contexto, cabe decir que Malasia hasta hace un cuarto de siglo era el típico país tercermundista, con una economía basada en el sector primario. Poco antes del 1980 proliferaron las fábricas (debido a la misma razón por la que, por ejemplo, muchas fábricas están largándose de aquí para ir a Europa del este; en este caso era Japón el que buscaba mano de obra barata en otra parte), pero muy a saco, no como en España, y el cambio de vida fue significativo para el malayo medio.
Bien.
Sentada esta base, quiero contaros un curioso caso que se dio en unas cuantas fábricas de microcompontentes electrónicos en Malasia. La disciplina y las relaciones sociales de la fábrica tenían poco que ver con lo que era la vida que había imperado hasta aquel entonces. Para empezar, existía en las fábricas una extraña jerarquización: los directivos eran japoneses, los ingenieros y supervisores chinos, los encargados malayos y los currantes eran exclusivamente mujeres malayas. Ni que decir tiene que los tres grupos anteriores estaban formados sin excepción por varones.
Esto, junto a otras formas poco naturales de estratificación y disciplina, sumado a un trabajo agotador y abusivo, de algún modo trastocó a las currantes. El caso es que, espontáneamente, empezaron a darse casos de posesión por espíritus, que por lo visto en ocasiones incluso llegaban a posesiones simultáneas de más de 120 trabajadoras. Sé que parezco Iker Jiménez pero seguidme. Las trabajadoras decían ser poseídas por hombres tigre, que venían a vengarse puesto que, según decían, la fábrica estaba construída sobre un viejo cementerio. Decían ver a los hombres tigre y entraban en una especie de trance en el que no está muy claro qué sucedía: por lo visto ellas veían como el hombre tigre de turno las follaba salvajemente, mientras sus cuerpos se movían bruscamente, de sus bocas salían insultos y todo en general era un poco en plan El exorcista.
Las empresas optaron por contratar chamanes locales, que llevaron a cabo los rituales pertinentes para que los hombres tigre dejaran de dar por culo -literalmente (o no).
Yo no haré un análisis de si lo que veían era cierto o no. A mí me parece en primer lugar una especie de explosión mental al estar sometidas a un estrés desquiciante, que desembocó de un modo sexual y violento al mismo tiempo. Ahora bien, a la que eso le pasa a 120 tías al mismo tiempo es que o bien hay muchas ganas de cachondeo o muchas ganas de escaquearse. También podría ser que efectivamente estuvieran mal de la cabeza. Incluso podría ser que existieran los hombres tigre, qué coño.
Lo que llama la atención es la relación que se establece aquí. Cómo las explotadas trabajadoras malayas ven cómo un hombre tigre (¿una bonita representación para los mencionados "tigres asiáticos"?) se las folla hasta reventarlas. Seguro que, si se hubieran fijado bien, hubieran visto cómo llevaba bordadas una bandera japonesa y una yanki.
Venga.
PS: Evitad chistes que contengan algo parecido a "cayo malayo". Sé que me he cargado las pocas respuestas que pudiera tener este post pero me da igual. Sufro con la vergüenza ajena. Con la propia, como veis, no. Vaya tontería de postdata.