TANTAS frases como años hace que llegó al poder me permiten retratarla.
1 - «Soy aliada de Estados Unidos. Creemos en las mismas cosas y los defenderemos sin flaquear. Jamás intente usted separarme de ellos».
Así advirtió Thatcher a Gorbachev. Reagan y ella encabezaron la batalla final de la Guerra Fría, y le dieron máxima prioridad, lo que llevó a que
apoyaran a Pinochet y otros dictadores anticomunistas (como antes hizo EE UU con Franco). Ganaron esa guerra, extendieron la democracia contribuyendo al final de un sistema criminal, y fueron por ello, igual que ocurre ahora en la guerra contra el terrorismo, acusados de imperialistas, belicistas, esclavos de las multinacionales, y muy antipáticos.
2 - «Cuando hay que defender los principios y el bien, Gran Bretaña empuñará las armas».
La idea de la defensa no siempre es sencilla de argumentar ante la opinión pública y los pacifistas genuinos o tramposos. Thatcher la utilizó con acierto, y también con demagogia, como en la Guerra de las Malvinas contra los dictadores de la Argentina, a cuyo derrumbe contribuyó crucialmente.
3 - «Si os laváis las manos en Irlanda del Norte, las lavaréis con sangre».
Amonestando a correligionarios conservadores, resumió su posición en pro de la libertad y los derechos humanos en una zona azotada por la violencia.
4 - «Debemos arrebatar a los terroristas el oxígeno publicitario del que dependen».
Sabía lo que era el terrorismo y sabía que había que combatirlo en todos los terrenos: recordemos cómo dejó que los asesinos del IRA procedieran con su huelga de hambre hasta el final.
5 - «No hemos conseguido achicar los límites del Estado en Gran Bretaña sólo para contemplar cómo se vuelven a expandir a escala europea, con un super-Estado que ejerza una nueva dominación desde Bruselas».
Temía el rampante intervencionismo europeo, y aún hoy no está claro que la tendencia antiliberal y burocrática no vaya a prevalecer.
6 - «En política uno siempre espera que le claven un puñal en la espalda».
Dijo esto refiriéndose a los peores puñales: los de los partidarios. Sabía de lo que hablaba, puesto que en diversas ocasiones había sufrido el «fuego amigo» de los tories.
7 - «Pasarán muchos años, y desde luego yo no lo veré, antes de que una mujer en nuestro partido ocupe el liderazgo o consiga ser Primer Ministro».
Los conservadores británicos le reprocharon haber ido demasiado lejos, pero en realidad los que fueron sin Thatcher demasiados lejos fueron ellos mismos ¡y hacia atrás!
8 - «¿Qué causa valiosa podría haber sido perseguida y conquistada detrás de una pancarta que proclamara «defendemos el consenso»»?
Esta incorrecta declaración subraya la importancia de tener principios, de no pervertir la democracia reduciéndola a un ejercicio demoscópico, y de defender esos principios aunque no cuenten siempre con acuerdos ni apoyos.
9 - «Sólo llegamos al tope de la escalera si subimos peldaño a peldaño».
Habitualmente considerada una extremista, Thatcher lo fue sólo para los intelectuales y la izquierda, pero no para quien le interesaba: sus votantes.
10 - «Ganar una batalla puede exigir librarla varias veces».
En una prolongada carrera política, la líder conservadora aplicó este apotegma, pero no siempre con tino. La batalla de la comunicación la lidió una y otra vez, aunque finalmente la perdió debido al impuesto de capitación o poll-tax, una buena idea que no fue capaz de explicar.
11 - «El realismo no conduce a nada: sea usted fiel a su corazón y procure alcanzar sus sueños».
Thatcher fue a menudo pragmática, y combinó ambas actitudes.
12 - «Debemos respaldar a los trabajadores, no a los gandules».
Numerosas declaraciones de este estilo, contra privilegiados y subsidiados, lograron que millones de trabajadores renegaran de los sindicatos y la izquierda, y votaran a una candidata capaz de afirmar lo que era a la vez insólito y obvio.
13 - «Habéis visto anoche las imágenes por televisión: aquí se pretende reemplazar el imperio de la ley por el imperio de la violencia callejera, y no lo permitiremos».
Thatcher no cedió ante las salvajes huelgas de los mineros. No contó con el apoyo de los medios ni del «mundo de la cultura», pero sí con el del pueblo británico.
14 - «La economía es apenas el método: se trata de llegar al alma y al corazón».
Como todos los gobernantes con cualquier atisbo liberal, fue hostigada con el latiguillo de que sus políticas eran materialistas. Paradójicamente, dichas políticas no sólo tenían valores morales, inseparables del liberalismo, sino que aún en el restringido campo de la economía tuvieron mucho más éxito que las de sus adversarios intervencionistas en términos de estabilidad, empleo, crecimiento y bienestar.
15 - «Si nuestra única oportunidad es la de ser iguales, no es una oportunidad».
Frente al pensamiento único igualitarista, que ama el lecho de Procusto o la igualdad mediante la ley, Margaret Thatcher propugnó la igualdad liberal, es decir, la igualdad ante la ley, que no castiga a los que son desiguales por sus méritos y esfuerzos.
16 - «La gente cree que las cimas son como la del Everest, y que allí no hay sitio. Mi mensaje es: hay sitio abundante en la cima».
Aparentemente contradictoria, esta declaración liberal apunta a que las oportunidades están abiertas y las cimas no están monopolizadas si hay libertad.
17 - «Los peniques no caen del cielo: hay que ganárselos aquí abajo, en la tierra».
Mucho sentido común que contrasta con la desmoralizadora politización redistributiva predominante.
18 - «El día en que al final es usted una persona satisfecha no es cuando se lo pasa holgazaneando, sino el día cuando tenía mil cosas que hacer ¡y las hizo!»
Otro homenaje al trabajo y la responsabilidad.
19 - «Nadie recordaría al Buen Samaritano si sólo hubiese tenido buenas intenciones. Además tenía dinero».
Incorrecta declaración que apunta a la solidaridad libre e individual, en un mundo donde es recelada, y donde se aplaude que sea reemplazada por la abnegada coerción de la política.
20 - «No hay tal cosa como «la sociedad»».
Esta es la declaración más liberal de Thatcher, que fue una liberal con bastante matices, con lo que comprenderá el lector que sea mi favorita. Se dirige contra el fundamento del intervencionismo, para el cual los derechos colectivos o sociales priman sobre la realidad tangible de los individuos soberanos.
21 - «Si usted quiere que algo se diga, pídaselo a un hombre. Si usted quiere que algo se haga, pídaselo a una mujer».
Las feministas tenían numerosas razones para admirarla, pero la detestaron, porque la corrección política pseudoprogresista censura el feminismo que no sea de izquierdas y antiliberal.
22 - «Los buenos conservadores pagan sus cuentas, y a tiempo. No son como los socialistas, que gastan y acumulan las cuentas de los demás».
Hija de un tendero, ironizó durante una visita a una tienda sobre la pretensión de la izquierda de ser generosa gastando alegremente el dinero ajeno.
23 - «Si usted ahorra para su pensión en un calcetín, probablemente nacionalizarán los calcetines».
Crítica al paternalismo de los socialistas que rechazan que los trabajadores sean dueños de sus propios ahorros y su propio destino.
24 - «El Partido Laborista no tiene principios discernibles; es vacío y artificial. Y cuando algo real y humano aparece, es el matón amargado y agresivo que creíamos extinguido».
Duro diagnóstico de la izquierda, cuya capacidad para la crispación acabamos de volver a ver en España. Lo interesante del caso es que el laborismo llenó ese vacío ¡con las ideas de Thatcher! Algo similar sucedió en nuestro país, con las inéditas facetas liberalizadoras y privatizadoras de González, reflejo de Thatcher, y siguió sucediendo hasta hoy: si de alguien tomó Zapatero su nueva prédica contra la subida de impuestos es precisamente del odiado Aznar.
25 - «Espero que la única cualidad que no me falte sea el coraje».
Lo dijo en 1979. Se vio después que le faltaron cualidades, pero no ésa.
Carlos Rodríguez Braun
En fin...
http://www.abc.es/abc/pg040510/prensa/noticias/Opinion/La_Tercera/200405/10/NAC-OPI-000.asp
