Entrevista a Ian Gibson, hispanista.
- Grumete
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Entrevista a Ian Gibson, hispanista.
"Paracuellos fue terrible, pero lo entiendo"
Ha escrito sobre Federico García Lorca, Salvador Dalí, Rubén Darío, Camilo José Cela y ahora prepara una biografía de Antonio Machado. En 1983, Ian Gibson se embarcó en la tarea de entender lo que había pasado los días 7 y 8 de noviembre de 1936, cuando milicianos republicanos sacaron de la cárcel Modelo de Madrid a un millar de prisioneros y los fusilaron en Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz. Ahora recupera su libro sobre aquel atroz episodio.
JOSÉ ANDRÉS ROJO - Madrid
EL PAÍS - Cultura - 22-09-2005
Alrededor de la ocho de la mañana del 7 de noviembre de 1936 llegaron a Paracuellos del Jarama, un pueblo próximo a Madrid, tres autobuses de los llamados "londinenses" (de dos pisos), acompañados de varios camiones repletos de milicianos. En una hondonada próxima al río, fueron bajando los viajeros de los autobuses: eran presos y estaban maniatados, y los milicianos los fueron matando, de grupo en grupo, con armas automáticas. El testimonio del hijo del alcalde comunista de Paracuellos, que tenía entonces 19 años, lo recoge Ian Gibson en Paracuellos. Cómo fue (Temas de Hoy), que hoy a las 11.30 presenta Santos Juliá en la Casa de América de Madrid.
El libro de Gibson (Dublín, 1939) apareció en 1983. "Y no he tocado en esta edición ni una sola coma", comenta. "Creo que uno de los valores de mi texto era el de haber sido escrito en un momento muy preciso, con las herramientas de las que entonces pude disponer y con las entrevistas que pude hacer, y cambiarlo ahora significaba ser desleal con el lector". Subtitulado La verdad objetiva sobre la matanza de presos en Madrid en 1936, Gibson se atrevió a hurgar en uno de los episodios más brutales de la represión republicana (no sólo los fusilamientos de Paracuellos, sino también los de Torrejón de Ardoz), y lo hizo acumulando versiones muy distintas e intentando ajustar, de la manera más precisa posible, la verdad de los acontecimientos.
Pregunta. ¿Cómo explica semejante salvajada?
Respuesta. Fue algo terrible. El Gobierno acababa de salir hacia Valencia durante la tarde del 6 de noviembre, y no sólo existía un tremendo vacío de poder sino la sensación de que la ciudad se había dado por perdida. Madrid vivía unos momentos delicados con las tropas fascistas en sus puertas y con una Junta de Defensa que empezó a funcionar aquella noche en medio del desbarajuste. La cárcel Modelo estaba llena de prisioneros afines al otro bando, entre los que destacaban muchos oficiales, que inmediatamente podían ser liberados para incorporarse a las filas de los atacantes...
P. Así que decidieron liquidarlos...
R. Así es. Las bombas italianas y alemanas no dejaban de golpear la ciudad, y existía entre la gente un odio atroz hacia los que habían empezado la guerra. Esos generales que, como escribió Machado en un prólogo para un libro de Azaña que nunca se pudo publicar, habían cometido una "imprudencia incalificable". Pero no sólo era el odio. Era también el pánico, la brutal psicosis colectiva, y estaban las incendiarias charlas radiofónicas de Queipo de Llano, que se emitían en Sevilla pero se escuchaban en todas partes, y que contribuían a potenciar el terror por la fiereza de las tropas que estaban a punto de entrar en Madrid.
P. ¿No había ninguna autoridad capaz de imponer el orden?
R. Los paseos, los asesinatos, las checas, las venganzas... Todos los horrores que se desencadenaron en la zona republicana después del alzamiento, y que con todo lujo de detalles se pueden encontrar en la Causa General que el bando ganador elaboró para mostrar los crímenes de los rojos, no se empezaron a reprimir hasta muy tarde. De hecho, es la Junta de Defensa la primera que decide eliminar las checas de Madrid, pero esto llevó su tiempo. Sólo acababa de entrar en funciones.
P. ¿Quiénes fueron entonces los que animaron la masacre?
R. La única fuerza organizada en esos momentos en Madrid era el Partido Comunista, que incluso había reforzado su poder con la llegada de las armas y los consejeros rusos. No es fácil conocer toda la verdad, pero en aquel momento los asesores que llegaron de Moscú tenían un enorme prestigio y tenían la experiencia del terror rojo. Koltsov, que no sólo era un periodista que cubría la guerra sino que tenía línea directa con Stalin, fue el que sugirió que algo había que hacer con tantos oficiales del bando franquista, que representaban un peligro real con las tropas enemigas a 300 metros de la cárcel Modelo. Yo creo que hubo una orden de las autoridades republicanas para trasladar a los presos a Valencia. Pero en un momento de tantas carencias y tanto desorden, ¿cómo organizar una comitiva para que se llevara los presos? Era más fácil que los liquidaran. Y no creo que fuera difícil convencer a los milicianos. Paracuellos fue terrible, pero lo entiendo. El pánico era demasiado grande y el peligro de tener tantos oficiales enemigos dentro era indiscutible. Se les había dicho que se pasaran a los republicanos, y se negaron.
P. Se ha responsabilizado a Santiago Carrillo, consejero de Orden Público de la Junta de Defensa, de haber estado detrás de las matanzas.
R. Hay muchas lagunas en la investigación que todavía hay que rellenar. Sería necesario conocer minuto a minuto lo que pasó entre la salida del Gobierno del día 6 y los fusilamientos del 7 y el 8. Carrillo, que estrenaba su nuevo cargo en esas horas, sólo nombró delegado en la Dirección de Seguridad a Segundo Serrano Poncela el 8, a quien atribuye irregularidades posteriores. Es casi seguro, aunque no haya podido encontrar el documento que lo confirme, que Manuel Muñoz, director general de Seguridad, dejó un oficio antes de salir con el Gobierno para que trasladaran los presos a Valencia. No creo, en cualquier caso, que el ejecutivo de Largo Caballero autorizara los fusilamientos. La sed de venganza fue muy importante.Alrededor de la ocho de la mañana del 7 de noviembre de 1936 llegaron a Paracuellos del Jarama, un pueblo próximo a Madrid, tres autobuses de los llamados "londinenses" (de dos pisos), acompañados de varios camiones repletos de milicianos. En una hondonada próxima al río, fueron bajando los viajeros de los autobuses: eran presos y estaban maniatados, y los milicianos los fueron matando, de grupo en grupo, con armas automáticas. El testimonio del hijo del alcalde comunista de Paracuellos, que tenía entonces 19 años, lo recoge Ian Gibson en Paracuellos. Cómo fue (Temas de Hoy), que hoy a las 11.30 presenta Santos Juliá en la Casa de América de Madrid.
Fuente: El Pais
Ha escrito sobre Federico García Lorca, Salvador Dalí, Rubén Darío, Camilo José Cela y ahora prepara una biografía de Antonio Machado. En 1983, Ian Gibson se embarcó en la tarea de entender lo que había pasado los días 7 y 8 de noviembre de 1936, cuando milicianos republicanos sacaron de la cárcel Modelo de Madrid a un millar de prisioneros y los fusilaron en Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz. Ahora recupera su libro sobre aquel atroz episodio.
JOSÉ ANDRÉS ROJO - Madrid
EL PAÍS - Cultura - 22-09-2005
Alrededor de la ocho de la mañana del 7 de noviembre de 1936 llegaron a Paracuellos del Jarama, un pueblo próximo a Madrid, tres autobuses de los llamados "londinenses" (de dos pisos), acompañados de varios camiones repletos de milicianos. En una hondonada próxima al río, fueron bajando los viajeros de los autobuses: eran presos y estaban maniatados, y los milicianos los fueron matando, de grupo en grupo, con armas automáticas. El testimonio del hijo del alcalde comunista de Paracuellos, que tenía entonces 19 años, lo recoge Ian Gibson en Paracuellos. Cómo fue (Temas de Hoy), que hoy a las 11.30 presenta Santos Juliá en la Casa de América de Madrid.
El libro de Gibson (Dublín, 1939) apareció en 1983. "Y no he tocado en esta edición ni una sola coma", comenta. "Creo que uno de los valores de mi texto era el de haber sido escrito en un momento muy preciso, con las herramientas de las que entonces pude disponer y con las entrevistas que pude hacer, y cambiarlo ahora significaba ser desleal con el lector". Subtitulado La verdad objetiva sobre la matanza de presos en Madrid en 1936, Gibson se atrevió a hurgar en uno de los episodios más brutales de la represión republicana (no sólo los fusilamientos de Paracuellos, sino también los de Torrejón de Ardoz), y lo hizo acumulando versiones muy distintas e intentando ajustar, de la manera más precisa posible, la verdad de los acontecimientos.
Pregunta. ¿Cómo explica semejante salvajada?
Respuesta. Fue algo terrible. El Gobierno acababa de salir hacia Valencia durante la tarde del 6 de noviembre, y no sólo existía un tremendo vacío de poder sino la sensación de que la ciudad se había dado por perdida. Madrid vivía unos momentos delicados con las tropas fascistas en sus puertas y con una Junta de Defensa que empezó a funcionar aquella noche en medio del desbarajuste. La cárcel Modelo estaba llena de prisioneros afines al otro bando, entre los que destacaban muchos oficiales, que inmediatamente podían ser liberados para incorporarse a las filas de los atacantes...
P. Así que decidieron liquidarlos...
R. Así es. Las bombas italianas y alemanas no dejaban de golpear la ciudad, y existía entre la gente un odio atroz hacia los que habían empezado la guerra. Esos generales que, como escribió Machado en un prólogo para un libro de Azaña que nunca se pudo publicar, habían cometido una "imprudencia incalificable". Pero no sólo era el odio. Era también el pánico, la brutal psicosis colectiva, y estaban las incendiarias charlas radiofónicas de Queipo de Llano, que se emitían en Sevilla pero se escuchaban en todas partes, y que contribuían a potenciar el terror por la fiereza de las tropas que estaban a punto de entrar en Madrid.
P. ¿No había ninguna autoridad capaz de imponer el orden?
R. Los paseos, los asesinatos, las checas, las venganzas... Todos los horrores que se desencadenaron en la zona republicana después del alzamiento, y que con todo lujo de detalles se pueden encontrar en la Causa General que el bando ganador elaboró para mostrar los crímenes de los rojos, no se empezaron a reprimir hasta muy tarde. De hecho, es la Junta de Defensa la primera que decide eliminar las checas de Madrid, pero esto llevó su tiempo. Sólo acababa de entrar en funciones.
P. ¿Quiénes fueron entonces los que animaron la masacre?
R. La única fuerza organizada en esos momentos en Madrid era el Partido Comunista, que incluso había reforzado su poder con la llegada de las armas y los consejeros rusos. No es fácil conocer toda la verdad, pero en aquel momento los asesores que llegaron de Moscú tenían un enorme prestigio y tenían la experiencia del terror rojo. Koltsov, que no sólo era un periodista que cubría la guerra sino que tenía línea directa con Stalin, fue el que sugirió que algo había que hacer con tantos oficiales del bando franquista, que representaban un peligro real con las tropas enemigas a 300 metros de la cárcel Modelo. Yo creo que hubo una orden de las autoridades republicanas para trasladar a los presos a Valencia. Pero en un momento de tantas carencias y tanto desorden, ¿cómo organizar una comitiva para que se llevara los presos? Era más fácil que los liquidaran. Y no creo que fuera difícil convencer a los milicianos. Paracuellos fue terrible, pero lo entiendo. El pánico era demasiado grande y el peligro de tener tantos oficiales enemigos dentro era indiscutible. Se les había dicho que se pasaran a los republicanos, y se negaron.
P. Se ha responsabilizado a Santiago Carrillo, consejero de Orden Público de la Junta de Defensa, de haber estado detrás de las matanzas.
R. Hay muchas lagunas en la investigación que todavía hay que rellenar. Sería necesario conocer minuto a minuto lo que pasó entre la salida del Gobierno del día 6 y los fusilamientos del 7 y el 8. Carrillo, que estrenaba su nuevo cargo en esas horas, sólo nombró delegado en la Dirección de Seguridad a Segundo Serrano Poncela el 8, a quien atribuye irregularidades posteriores. Es casi seguro, aunque no haya podido encontrar el documento que lo confirme, que Manuel Muñoz, director general de Seguridad, dejó un oficio antes de salir con el Gobierno para que trasladaran los presos a Valencia. No creo, en cualquier caso, que el ejecutivo de Largo Caballero autorizara los fusilamientos. La sed de venganza fue muy importante.Alrededor de la ocho de la mañana del 7 de noviembre de 1936 llegaron a Paracuellos del Jarama, un pueblo próximo a Madrid, tres autobuses de los llamados "londinenses" (de dos pisos), acompañados de varios camiones repletos de milicianos. En una hondonada próxima al río, fueron bajando los viajeros de los autobuses: eran presos y estaban maniatados, y los milicianos los fueron matando, de grupo en grupo, con armas automáticas. El testimonio del hijo del alcalde comunista de Paracuellos, que tenía entonces 19 años, lo recoge Ian Gibson en Paracuellos. Cómo fue (Temas de Hoy), que hoy a las 11.30 presenta Santos Juliá en la Casa de América de Madrid.
Fuente: El Pais
Que curioso segun el "hispanista" (Catalanista diría yo) Ian Gibson, la culpa no fué del responsable, Carrillo, si no del odio que había, de los consejeros Rusos, del locutor de rádio y del Cha cha cha.
Tres hurras y dos bravos por los ingleses que vienen a España a contarnos que pasó aqui hace 60 años.
Y lo mejor de todo es que les hacemos caso.
Tres hurras y dos bravos por los ingleses que vienen a España a contarnos que pasó aqui hace 60 años.
Y lo mejor de todo es que les hacemos caso.
A la vuelta pasé por al lado de la tuya casa, saqué la cabesa desde mi hauto y grité: CHURETICAS!
una bandada de gabiotar alzó el vuelo, el sol iba sumerjiendose entre las montañias y solo me contestó el eco de mi propia vos...
una bandada de gabiotar alzó el vuelo, el sol iba sumerjiendose entre las montañias y solo me contestó el eco de mi propia vos...
- Vente Vindo
- moromielda
- Mensajes: 255
- Registrado: 25 Jun 2004 12:15
Tres hurras y dos bravos por los ingleses que vienen a España a contarnos que pasó aqui hace 60 años.
Y lo mejor de todo es que les hacemos caso.
A lo mejor precisamente por ser inglés está mucho menos condicionado y tiene menos prejuicios que un españolito de pro.
Pero sólo a lo mejor, que ya se sabe que los españoles en este tema somos muy objetivos.
A mí lo que me maravilla es lo rápido que aparece el nombre de Paracuellos en las bocas de determinado sector cada vez que alguien critica la represión en el franquismo. Partiendo de que todos sabemos que durante la guerra los dos bandos cometieron carnicerías, porque las guerras son así, sacan lo peor (y/o lo mejor) de cada uno, alguien tendría que explicarles que el franquismo es posterior a la guerra.
Así que cuando se critican los asesinatos y torturas del franquismo, se está hablando de un periodo de paz, no de una guerra. ¿Qué los rojos son muy malos y ellos hubieran hecho lo mismo? Puede ser, pero como no ganaron, eso sólo es una hipótesis, mientras que lo otro es una realidad. Y de retrasados sería quejarse o lamentarse, ya no de algo que no sepamos si va a ocurrir, sino de algo que no ocurrió y ni siquiera sabemos si habría ocurrido.
Pero nada, sigamos defendiendo 40 años de represión, asesinatos y torturas y a los que lo apoya(ba)n amparándonos en las matanzas de un bando durante la guerra (algo que no ha impedido que determinados personajes del otro bando recibieran medallas, estatuas y calles a su nombre por similares acciones).
- Montgomery
- Mulá
- Mensajes: 1268
- Registrado: 01 Ago 2003 13:13
Mclaud escribió:Auswitch fue terrible pero lo entiendo.
Según Vente Vindo se puede obviar porque fue durante una guerra, no despues. Total, los ingleses bombardearon Dresde... ¿no?
Qué tontería. Y que conste que creo que se lo que VV intenta decir, pero no ha elegido el mejor ejemplo precisamente.
Un saludo.
Montgomery escribió:Qué tontería. Y que conste que creo que se lo que VV intenta decir, pero no ha elegido el mejor ejemplo precisamente.
A mi lo que me parece una tonteria es ese titular. Una masacre lo es bajo cualquier prisma y venir a decir que es entendible, dando razones, es abrir el camino para justificar cualquier otra.
- Vente Vindo
- moromielda
- Mensajes: 255
- Registrado: 25 Jun 2004 12:15
Pues Montgomery, no tengo ni idea de donde sacas que yo haya dicho semejante cosa.
No creo haber justificado ni aceptado de ninguna forma una matanza, así que mucho menos un genocidio. Otra cosa es que diga que me parece increíble que haya gente que pretenda justificar/disculpar lo ocurrido durante el franquismo con algo sucedido durante la guerra, y más cuando ninguno tiene las manos limpias. Cuando hablo de las atrocidades de la guerra, no las justifico, sólo digo que están ahí y que todos las conocemos (eso no signifca que debamos obviarlas), y que por mucho que venga el iluminado de turno hablando de Paracuellos como si acabara de descubrir el argumento perfecto para acallar críticas, no hace más que repetir algo sabido y que poco tiene que ver con lo sucedido después.
Lo único que hayas interpretado mi última frase como que me gustaría que también le dedicaran calles y medallas a los responsables de las matanzas en el bando republicano, pero vamos, muy malamente me he debido expresar cuando lo que quería era denunciar la hipocresía que tienen algunos a la hora de medir las atrocidades en función del bando, de tal forma que a unos los homenajean y a otros les toca una persecución de 40 años.
Y no se trata de ningún ejemplo, es una crítica directa a la utilización de Paracuellos, ya como ya he dicho es el referente habitual y casi único de determinado sector, en cuanto se nombra algo referente a la represión de todo aquello que oliera a rojo durante la dictadura.
Mi comentario, y "defensa" de Gibson nada tienen que ver, él habla del hecho y yo de su utilización.
No creo haber justificado ni aceptado de ninguna forma una matanza, así que mucho menos un genocidio. Otra cosa es que diga que me parece increíble que haya gente que pretenda justificar/disculpar lo ocurrido durante el franquismo con algo sucedido durante la guerra, y más cuando ninguno tiene las manos limpias. Cuando hablo de las atrocidades de la guerra, no las justifico, sólo digo que están ahí y que todos las conocemos (eso no signifca que debamos obviarlas), y que por mucho que venga el iluminado de turno hablando de Paracuellos como si acabara de descubrir el argumento perfecto para acallar críticas, no hace más que repetir algo sabido y que poco tiene que ver con lo sucedido después.
Lo único que hayas interpretado mi última frase como que me gustaría que también le dedicaran calles y medallas a los responsables de las matanzas en el bando republicano, pero vamos, muy malamente me he debido expresar cuando lo que quería era denunciar la hipocresía que tienen algunos a la hora de medir las atrocidades en función del bando, de tal forma que a unos los homenajean y a otros les toca una persecución de 40 años.
Y no se trata de ningún ejemplo, es una crítica directa a la utilización de Paracuellos, ya como ya he dicho es el referente habitual y casi único de determinado sector, en cuanto se nombra algo referente a la represión de todo aquello que oliera a rojo durante la dictadura.
Mi comentario, y "defensa" de Gibson nada tienen que ver, él habla del hecho y yo de su utilización.
- Montgomery
- Mulá
- Mensajes: 1268
- Registrado: 01 Ago 2003 13:13
Vente Vindo escribió:Pues Montgomery, no tengo ni idea de donde sacas que yo haya dicho semejante cosa.
Creo que se puede interpretar de esta frase:
Vente Vindo escribió:(...)todos sabemos que durante la guerra los dos bandos cometieron carnicerías, porque las guerras son así, sacan lo peor (y/o lo mejor) de cada uno(...)
Que es lo que habitualmente se suele decir para obviar las matanzas de algún bando aludiendo al "los otros tambien lo hicieron", en tiempo de guerra. Que es, y por eso lo digo, entre otros, el argumento utilizado por parte del ejército alemán para justificar sus matanzas injustificables. En su caso pienso que es solo un problema semántico más que de otra índole, aclaro.
Por otro lado, el denostar las críticas a Paracuellos por comparación con un "dentro" o "fuera" de la guerra no me parece sostenible intelectualmente porque ¿qué mas da?. Lo importante, bajo este punto de vista digamos pragmático, es que lo que sucedió fue una matanza y que aún hoy, sorprendentemente a veces, se intenta minimizar con argumentos de oportunidad que no entran en el fondo, como el de Ian Gibson, cosa que no se hace con otros temas.
Un saludo.
Siento disentir, pero como Hipanista Ian Gibson es tan imparcial como el jurado de Miss España, no he leido nada suyo que no lleve color político y lo que mas me molesta es que le den tanto crédito. Si fuera español o de derechas le harían menos caso que a la veneno en el debate del estado de la nación.
A la vuelta pasé por al lado de la tuya casa, saqué la cabesa desde mi hauto y grité: CHURETICAS!
una bandada de gabiotar alzó el vuelo, el sol iba sumerjiendose entre las montañias y solo me contestó el eco de mi propia vos...
una bandada de gabiotar alzó el vuelo, el sol iba sumerjiendose entre las montañias y solo me contestó el eco de mi propia vos...