Superstición y paraciencias: escepticismo y S.C.A.
Publicado: 29 Jul 2005 13:57
0. Introducción.
Resulta fascinante la tendencia natural del hombre por localizar una explicación a los fenómenos captados por sus sentidos y su evolución a lo largo de la historia de la humanidad. Esta búsqueda de patrones pretende cubrir por completo el conocimiento, y de manera particular tambien el mecanismo por el que esta tendencia tiene razón de ser, por lo que no deja de ser curioso como se mezclan los conceptos emic/etic, siendo el propio mecanismo que desencadena la investigación el investigado.
Además de la existencia de múltiples consideraciones evolutivas que escaparían a la intención de este texto, se ha convenido en definir como sistema complejo adaptativo a toda estructura que capte información en forma de flujo de datos y que perciba regularidades en el mismo, tratando el resto del material como aleatorio. El organismo humano es un sistema complejo adaptativo, y su estructura y funcionamiento corresponden a un sistema caótico. (Utilizando en esta ocasión la definición ortodoxa de caos: sistema dinámico no lineal en el que un pequeño cambio en las condiciones iniciales puede provocar muy diferentes efectos en su evolución. No confundir con desorden en su sentido más popular.)
Por tanto, podemos simplificar -excesivamente, pero nos resultará útil- la búsqueda de explicación a los fenómenos que nos rodean como una clasificación de regularidades. Aceptando esta definición, automáticamente nos podemos preguntar qué ocurre cuando nos enfrentamos a un fenómeno para el que no tenemos par, que no podemos clasificar de manera regular. Algo que, en términos populares, es inexplicable.
La respuesta ha de estar en la Ciencia, que tendrá que tener la suficiente flexibilidad como para crear una nueva regularidad, adaptando sus teorías a un nuevo tipo de fenómenos descubiertos, más allá de una formulación ad hoc que se aparte de la racionalidad. Pero no siempre es así, y la superstición sirve a los sistemas complejos adaptativos como placebo de la regularidad: tendemos a inventar creencias que ayudan a tener una clasificación completa, que aunque totalmente errónea en términos de conocimiento científico, es útil antropológicamente hablando para una escala del ser humano hacia estados evolutivos superiores.
Cuando la superstición no se supera o no es suficiente para completar una irregularidad, aparece la paraciencia, lo paranormal, lo inexplicable. Y en lugar de dejarlo estar, de esperar explicaciones racionales para sucesos irregulares, el hombre, como sistema complejo adaptativo, utiliza caminos paralelos, atajos pseudocientíficos, novelas, al fín y al cabo, para intentar que el mundo le cuadre. Nuevamente útil para nuestra evolución, pero igualmente un paso atrás en el conocimiento. Afortunadamente, el ruido es necesario.
Un saludo.
Resulta fascinante la tendencia natural del hombre por localizar una explicación a los fenómenos captados por sus sentidos y su evolución a lo largo de la historia de la humanidad. Esta búsqueda de patrones pretende cubrir por completo el conocimiento, y de manera particular tambien el mecanismo por el que esta tendencia tiene razón de ser, por lo que no deja de ser curioso como se mezclan los conceptos emic/etic, siendo el propio mecanismo que desencadena la investigación el investigado.
Además de la existencia de múltiples consideraciones evolutivas que escaparían a la intención de este texto, se ha convenido en definir como sistema complejo adaptativo a toda estructura que capte información en forma de flujo de datos y que perciba regularidades en el mismo, tratando el resto del material como aleatorio. El organismo humano es un sistema complejo adaptativo, y su estructura y funcionamiento corresponden a un sistema caótico. (Utilizando en esta ocasión la definición ortodoxa de caos: sistema dinámico no lineal en el que un pequeño cambio en las condiciones iniciales puede provocar muy diferentes efectos en su evolución. No confundir con desorden en su sentido más popular.)
Por tanto, podemos simplificar -excesivamente, pero nos resultará útil- la búsqueda de explicación a los fenómenos que nos rodean como una clasificación de regularidades. Aceptando esta definición, automáticamente nos podemos preguntar qué ocurre cuando nos enfrentamos a un fenómeno para el que no tenemos par, que no podemos clasificar de manera regular. Algo que, en términos populares, es inexplicable.
La respuesta ha de estar en la Ciencia, que tendrá que tener la suficiente flexibilidad como para crear una nueva regularidad, adaptando sus teorías a un nuevo tipo de fenómenos descubiertos, más allá de una formulación ad hoc que se aparte de la racionalidad. Pero no siempre es así, y la superstición sirve a los sistemas complejos adaptativos como placebo de la regularidad: tendemos a inventar creencias que ayudan a tener una clasificación completa, que aunque totalmente errónea en términos de conocimiento científico, es útil antropológicamente hablando para una escala del ser humano hacia estados evolutivos superiores.
Cuando la superstición no se supera o no es suficiente para completar una irregularidad, aparece la paraciencia, lo paranormal, lo inexplicable. Y en lugar de dejarlo estar, de esperar explicaciones racionales para sucesos irregulares, el hombre, como sistema complejo adaptativo, utiliza caminos paralelos, atajos pseudocientíficos, novelas, al fín y al cabo, para intentar que el mundo le cuadre. Nuevamente útil para nuestra evolución, pero igualmente un paso atrás en el conocimiento. Afortunadamente, el ruido es necesario.
Un saludo.