Si leo o escucho una gilipollez a alguien, vengo y lo digo, sea del color que sea el que lo ha dicho. Blanco, azulgrana, rojiblanco, verdiblanco, rojo sociata, azul pepero, rojo comunista, rosa centrista, etc., etc., más que nada porque me fijo en la gilipollez y no en quien la dice.
Pero tienes razón, estamos a punto de meternos en un bucle, si es que no estamos dentro ya.
