Mclaud escribió:Te has leido el texto?.
Sí, una buena parte y el parrafo de marras y demuestra claramente que el papa es gilipollas y que la polémica que se ha montado se la tiene merecida.
Ahmadineyad expresa su respeto por el Papa tras la polémica por el discurso sobre Mahoma
tonetti escribió:Sí, una buena parte y el parrafo de marras y demuestra claramente que el papa es gilipollas y que la polémica que se ha montado se la tiene merecida.
La cuestión es que el martes de la semana pasada, el Papa –tal vez entusiasmado por los aires de Ratisbona, Alemania– se metió con el Islam. ¿Por qué? Todo parece indicar que el Papa –etnocentrista hasta la médula– no piensa en otra cosa que en que la poco constituida Constitución Europea incluya en su texto una mención especial en la que el continente creciente todo se asuma como católico apostólico y romano antes que todo y los demás a la cola. Desde entonces, ya se sabe: protestas, manifestaciones, efigies quemadas, amenazas varias y una pobre monja asesinada que, seguro, no demorará en ser beatificada para, pronto, ser ascendida a los altares como la necesaria santa patrona de los bocazas e incontinentes. Y ya saben también: el Papa se disculpó papalmente y se dijo “apenado” como si se tratara más de una martirológica madre judía que de un santo padre de la cristiandad. “Apenado” equivale a afirmar que no se comprendió lo que dijo y que fue citado fuera de contexto y que no representaba su pensamiento sino algo que le dijo un emperador bizantino del siglo XIV llamado Manuel II Paleólogo a un erudito persa que pasaba por ahí.
Así, desde hace días, los noticieros rebosan de gente a la que le gusta aullar aullando y de gente a la que le gusta hablar elípticamente arrojando elipsis al aire. Hoy los diarios informan de una inminente ofensiva diplomática del Vaticano para intentar que se olvide la para muchos ofensa imperdonable mientras Al Qaida “jura” derrotar a la cristiandad. En lo personal, yo creo que no son buenos tiempos para andar pronunciando la palabra jihad en vano. Por mucho menos, si se tratara de algo sucedido en una empresa multinacional, el ejecutivo ocupando una posición equivalente a la de Benedicto XVI se habría visto obligado a vaciar sus cajones al regreso de su viajecito. Pero ya sabemos que del cargo de Papa no te echan, al menos no por derechas. Lo que resulta muy gracioso de todo el episodio y, ahora, de las encendidas alocuciones de portavoces de sotana en cuanto a que todo el asunto se ha exagerado es que se trata de las mismas personas que –hipersensibles e inquisitoriales– insisten en el pecado de usar preservativos porque no está comprobado que ayude a evitar el contagio del sida, en los riesgos de posesión satánica si se asiste a un concierto de Madonna, o en las conjuras teledirigidas que se ocultan detrás de esa soberana estupidez conocida como El código Da Vinci.