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Doctor Beaker
Ulema
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Mensaje por Doctor Beaker »

Las frases del tirano

Resulta imposible hablar de Augusto Pinochet sin hacer mención de algunas frases que describen su pensamiento original. Por ejemplo, en 1973, poco después del golpe, el tirano chileno fue el que utilizó por primera vez la siguiente metáfora: “Ayer estábamos al borde del abismo, hoy hemos dado un paso hacia delante”. Cuando definió su proyecto de Nación, en 1980, anunció que “de cada siete chilenos, uno tendrá automóvil; de cada cinco, uno tendrá televisor, y de cada siete, uno tendrá teléfono”.


El 31 de diciembre de 1973, cuando volvió a explicar las razones del golpe contra el presidente constitucional Salvador Allende, indicó que “la democracia, que siempre hemos respetado, será custodiada por las instituciones armadas, para impedir que pueda ser violada”. Dijo esto cuando la democracia ya no existía y solamente quedaba lo de “custodiada por los militares” y “ser violada”. En una entrevista, que fue publicada en 1999, le preguntaron por qué siempre usaba anteojos negros y el hombre respondió: “La mentira se descubre por los ojos y yo muchas veces mentía”.


Había conocido a Allende en 1948 cuando, como autoridad militar, le negó al dirigente socialista el permiso para visitar a presos comunistas en Iquique. Pensó que Allende lo odiaba desde aquel entonces y por eso se asustó cuando ganó las elecciones presidenciales del 4 de septiembre de 1970. Y no pudo entender la razón de que no lo pasara a retiro. “Yo creo que me confundió con otro general que se llamaba Manuel Pinochet”, explica en su autobiografía. “Por supuesto –agrega– me aproveché de esa confusión y nunca la aclaré porque entendí que había que aprovechar en su contra a la herramienta principal de los marxistas, el engaño”.

Mintió tan bien que ni sus colegas estaban seguros de que se sumaría al golpe que encabezó en un primer momento el general Gustavo Leigh. Del ’70 al ’73 había sido el militar servicial y eficiente por excelencia, al punto que cuando el general profesionalista Carlos Prats debió ser relevado en el comando del Ejército, fue el mismo Allende quien lo eligió para reemplazarlo. Al mes siguiente lo traicionaba y al poco tiempo traicionaba a Leigh y se convertía en “el único militar en todo el mundo que había derrotado a un régimen marxista”. El hombre se ponía los moños con ese título y se convertía en símbolo sexual de la derecha y la ultraderecha planetaria. Por la formación prusiana de los militares chilenos, amaba el pasado alemán pero odiaba su presente democrático y reunía su lista de insultos especiales cuando se refería a ellos: “Hoy tenemos un ejército alemán de marihuaneros, drogadictos, melenudos, homosexuales y sindicalistas”.


Y así. Pero en orden, y yendo a misa.

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