"Escenas de un matrimonio", miniserie HBO
Publicado: 02 Nov 2021 14:42
ATENCIÓN, SPOILERS DE LA MINISERIE DE 5 CAPÍTULOS POR TODOS LADOS
Con esta serie creo que he sido víctima de unas expectativas demasiado elevadas, lo que los modernos llamáis “hype”.
Lo primero de todo: pregunté si era una serie “malrollera” y si verla en pareja sería incómodo. Respondió @Polina que no. Joder, amiga mía, no sé qué necesitas tú para que una serie sea malrollera o incómoda, igual que haya un padre pederasta que graba a sus hijos follando con su suegra mientras descuartizan gatetes y echan barriles de petróleo en Menorca, pero qué mal rollete de serie. La vi completa con mi Santa Esposa, pero joder. Menos mal que no me sentí muy identificado con nada de lo que veía (a esto de lo de no sentirme identificado volveré luego), salvo tal vez con el exceso de autoanálisis de pareja del personaje de Oscar Isaac, porque de lo contrario lo habría pasado mal.
Vayamos a lo obvio: los actores. Están perfectos. Sobre todo Oscar Isaac. Se llevará, al menos él, el Emmy, supongo. Leen su texto de manera magistral, cada gesto está medido, y poco más puedo añadir. Muy bien todo.
Los diálogos están muy bien escritos, y las conversaciones retorcidas suben y bajan y llevan a infiernos terribles. Bien en este sentido, aunque yo sea poco amigo de Bergman, ni de la fase en que a Woody Allen le dio por imitar a Bergman (“Interiores”, “Septiembre”, esas cosas).
Y aquí llega lo malo, o mi falta de conexión con lo bueno (según se mire): me costó muchísimo identificarme con cualquiera de los protagonistas. Con ella es normal que me cueste, puesto que soy hombre (y me la quiero follar) y creo en la lealtad en la pareja por encima de todo, en la monogamia, fidelidad, respaldar a la contraparte cuando las cosas se ponen chungas, compartir el cuidado de los hijos… y ella representa mis más terribles temores internos, que vienen a ser todos los relacionados con que mi Santa Esposa me deje y quedarme tirado en este mundo. Pero, lo que no acabo de comprender, es por qué no conecto con él. Bueno, sí lo sé: no conecto con él porque su reacción en el primer capítulo me parece poco creíble. Ante semejante bomba atómica caída del cielo yo creo que me cagaría en todo en siete idiomas, gritaría, lloraría, suplicaría, pero creo pasaría por todos estados en apenas dos minutos. Pasados esos primeros dos minutos iniciales, la pena se vería borrada por una ira cegadora, unos celos como un tsunami, y en el minuto tres el capítulo se habría acabado, tras una firme y (espero) no violenta invitación a mi pareja a abandonar el domicilio conyugal en ese mismo puto momento. Fuera de aquí. Vienes a casa y me cuentas que llevas meses follando con otro tipo. Lo sabe todo el mundo, incluso mis amigos. Todos menos yo. Tienes una hija. Te vas a ir a vivir fuera. Vienes y me lo dices así, achacando los cuernos que me has puesto a mis movidas. A la puta calle. Ya. Ahora, en cinco minutos. Mañana, pasado, ya hablaremos, pero ahora mismo te vas. Y me drogaría fuerte. Creo (digo “creo” porque vaya usted a saber cómo reacciona uno en un momento así) que ese sería yo. Así que esa desconexión con la reacción del prota desde el primer capítulo (¡le hablaba a la tele, esperando que Oscar me oyera la sacara de casa de la oreja!) me ha acompañado a lo largo de los 5 capítulos, y el remate de ese final increíble del quinto capítulo, en el que nos quieren hacer tragar con lo intragable no me ayuda. De vuestro hype entiendo que lo habéis visto desde un punto de vista completamente diferente, desde vuestras experiencias personales y de pareja, valores, y por eso abro hilo propio para la serie.
A esta falta de empatía mía o credibilidad del personaje de Oscar Isaac se me suma que creo que los personajes están poco compensados. Se pasan 4 capítulos dejándonos claro que él es un santo, cuidador de su hija, que ha renunciado a parte de su vida laboral por su hija y su mujer, mientras que ella es la ejecutiva agresiva, que prioriza su carrera laboral y sus preferencias sentimentales, dejando a la familia atrás por el combo trabajo+novio joven, pero luego, en el último capítulo le dan el girito que no me gusta: él también es infiel a su mujer y un cabronazo egoísta. No vale, no puedes pintar un 80% de un producto audiovisual apuntando en una dirección clara, y jugártelo todo a la cartita de “verás que vueltas da la vida”. EMOS SIDO ENGAÑADO. Me siento violado en mi suspensión de la incredulidad. Quiero mi dinero.
En resumen, una factura impecable (qué casa, que intros más guapas con ese paso de actor a personaje), unos actores en estado de gracia, una Jessica Chastain que está absolutamente follable en todas las escenas, pero joder, NO ME LA CREO, no empatizo. Ojo, que la serie me deja sin respiración en muchos momentos, se ve con una tensión tremenda, y cuando digo “no me la creo” no quiero decir que la vea distanciado (el increíble trabajo actoral impide eso) sino que no hago más que pensar que yo reaccionaría de otra forma. Ojo, que jamás diría que es mala, es un y o un 8 o así, pero a mí no me ha convencido, y supongo que vosotros/as la habéis visto desde otra perspectiva, al recomendármela tanto.
No sé, me parece que me dejo algo importante por decir, pero no se me ocurre ahora mismo. Ah, sí: la escena de sexo en el sofá nos puso bastante tontorrones a los dos. Curiosamente, es uno de los momentos en que sentí mayor identificación con Oscar Isaac: “fóllatela por detrás, para tu solo disfrute, sin siquiera rozarle el clítoris, y luego le dices que venga, que desfilando, que firme los papeles del divorcio”. Por otra parte también os digo que en algunos momentos me despistaba mirando la barbilla de Kirk Douglas Jessica.
Ahora quiero meterme en vuestra mente, y verla con vuestros ojos.
Con esta serie creo que he sido víctima de unas expectativas demasiado elevadas, lo que los modernos llamáis “hype”.
Lo primero de todo: pregunté si era una serie “malrollera” y si verla en pareja sería incómodo. Respondió @Polina que no. Joder, amiga mía, no sé qué necesitas tú para que una serie sea malrollera o incómoda, igual que haya un padre pederasta que graba a sus hijos follando con su suegra mientras descuartizan gatetes y echan barriles de petróleo en Menorca, pero qué mal rollete de serie. La vi completa con mi Santa Esposa, pero joder. Menos mal que no me sentí muy identificado con nada de lo que veía (a esto de lo de no sentirme identificado volveré luego), salvo tal vez con el exceso de autoanálisis de pareja del personaje de Oscar Isaac, porque de lo contrario lo habría pasado mal.
Vayamos a lo obvio: los actores. Están perfectos. Sobre todo Oscar Isaac. Se llevará, al menos él, el Emmy, supongo. Leen su texto de manera magistral, cada gesto está medido, y poco más puedo añadir. Muy bien todo.
Los diálogos están muy bien escritos, y las conversaciones retorcidas suben y bajan y llevan a infiernos terribles. Bien en este sentido, aunque yo sea poco amigo de Bergman, ni de la fase en que a Woody Allen le dio por imitar a Bergman (“Interiores”, “Septiembre”, esas cosas).
Y aquí llega lo malo, o mi falta de conexión con lo bueno (según se mire): me costó muchísimo identificarme con cualquiera de los protagonistas. Con ella es normal que me cueste, puesto que soy hombre (y me la quiero follar) y creo en la lealtad en la pareja por encima de todo, en la monogamia, fidelidad, respaldar a la contraparte cuando las cosas se ponen chungas, compartir el cuidado de los hijos… y ella representa mis más terribles temores internos, que vienen a ser todos los relacionados con que mi Santa Esposa me deje y quedarme tirado en este mundo. Pero, lo que no acabo de comprender, es por qué no conecto con él. Bueno, sí lo sé: no conecto con él porque su reacción en el primer capítulo me parece poco creíble. Ante semejante bomba atómica caída del cielo yo creo que me cagaría en todo en siete idiomas, gritaría, lloraría, suplicaría, pero creo pasaría por todos estados en apenas dos minutos. Pasados esos primeros dos minutos iniciales, la pena se vería borrada por una ira cegadora, unos celos como un tsunami, y en el minuto tres el capítulo se habría acabado, tras una firme y (espero) no violenta invitación a mi pareja a abandonar el domicilio conyugal en ese mismo puto momento. Fuera de aquí. Vienes a casa y me cuentas que llevas meses follando con otro tipo. Lo sabe todo el mundo, incluso mis amigos. Todos menos yo. Tienes una hija. Te vas a ir a vivir fuera. Vienes y me lo dices así, achacando los cuernos que me has puesto a mis movidas. A la puta calle. Ya. Ahora, en cinco minutos. Mañana, pasado, ya hablaremos, pero ahora mismo te vas. Y me drogaría fuerte. Creo (digo “creo” porque vaya usted a saber cómo reacciona uno en un momento así) que ese sería yo. Así que esa desconexión con la reacción del prota desde el primer capítulo (¡le hablaba a la tele, esperando que Oscar me oyera la sacara de casa de la oreja!) me ha acompañado a lo largo de los 5 capítulos, y el remate de ese final increíble del quinto capítulo, en el que nos quieren hacer tragar con lo intragable no me ayuda. De vuestro hype entiendo que lo habéis visto desde un punto de vista completamente diferente, desde vuestras experiencias personales y de pareja, valores, y por eso abro hilo propio para la serie.
A esta falta de empatía mía o credibilidad del personaje de Oscar Isaac se me suma que creo que los personajes están poco compensados. Se pasan 4 capítulos dejándonos claro que él es un santo, cuidador de su hija, que ha renunciado a parte de su vida laboral por su hija y su mujer, mientras que ella es la ejecutiva agresiva, que prioriza su carrera laboral y sus preferencias sentimentales, dejando a la familia atrás por el combo trabajo+novio joven, pero luego, en el último capítulo le dan el girito que no me gusta: él también es infiel a su mujer y un cabronazo egoísta. No vale, no puedes pintar un 80% de un producto audiovisual apuntando en una dirección clara, y jugártelo todo a la cartita de “verás que vueltas da la vida”. EMOS SIDO ENGAÑADO. Me siento violado en mi suspensión de la incredulidad. Quiero mi dinero.
En resumen, una factura impecable (qué casa, que intros más guapas con ese paso de actor a personaje), unos actores en estado de gracia, una Jessica Chastain que está absolutamente follable en todas las escenas, pero joder, NO ME LA CREO, no empatizo. Ojo, que la serie me deja sin respiración en muchos momentos, se ve con una tensión tremenda, y cuando digo “no me la creo” no quiero decir que la vea distanciado (el increíble trabajo actoral impide eso) sino que no hago más que pensar que yo reaccionaría de otra forma. Ojo, que jamás diría que es mala, es un y o un 8 o así, pero a mí no me ha convencido, y supongo que vosotros/as la habéis visto desde otra perspectiva, al recomendármela tanto.
No sé, me parece que me dejo algo importante por decir, pero no se me ocurre ahora mismo. Ah, sí: la escena de sexo en el sofá nos puso bastante tontorrones a los dos. Curiosamente, es uno de los momentos en que sentí mayor identificación con Oscar Isaac: “fóllatela por detrás, para tu solo disfrute, sin siquiera rozarle el clítoris, y luego le dices que venga, que desfilando, que firme los papeles del divorcio”. Por otra parte también os digo que en algunos momentos me despistaba mirando la barbilla de Kirk Douglas Jessica.
Ahora quiero meterme en vuestra mente, y verla con vuestros ojos.