pH, más que hamor, frensi.

Fue encontrado muerto en su casa. Suicidio, segun parece.Solo un diario español tiene la noticia:

http://www.adn.es/cultura/20080914/NWS- ... cidio.html

La verdad es que el tipo era bueno, quizás daba la sensacion de que sabía muy superior.Tal vez intente volver a leer algunos de sus libros que se me atragantaron en su dia.

Ricardo III escribió:La verdad es que el tipo era bueno, quizás daba la sensacion de que sabía muy superior.Tal vez intente volver a leer algunos de sus libros que se me atragantaron en su dia.

Deberías darle la oportunidad al menos a estos dos, Ricardo: "La niña del pelo raro" y "Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer". Pese a que recomendar a este autor es arriesgado dado lo especialito que es, creo que con estos dos títulos vamos sobre seguro. También es cierto que no es un autor redondo; tiene la capacidad de sacarte de tus casillas por infumable y de llevarte al clímax cuando vuelves página pero el balance final, sin lugar a dudas, es muy positivo. O al menos a mí me lo parece, principalmente por lo complicado que resulta hacerme reír y la pasmosa facilidad con que DFW lo consigue.

Y sí, yo también creo que se sabía muy superior pero tenía motivos más que suficientes así que, hasta su muerte, no ha habido quien le tosa. Es algo similar a lo que ocurre con el Allen escritor salvando las distancias; tras la lectura de "Cómo acabar de una vez por todas con la cultura", por ejemplo, eres capaz de perdonárselo todo.

Shiz escribió:Es algo similar a lo que ocurre con el Allen escritor salvando las distancias; tras la lectura de "Cómo acabar de una vez por todas con la cultura", por ejemplo, eres capaz de perdonárselo todo.

Ese libro es la risión. Son relatos breves (de poquitas páginas cada uno) que publicó en una revista (The New Yorker), y en donde se ríe de bastantes aspectos de la cultura contemporánea.

Quien tenga curiosidad, aquí tiene un link donde si se es un temerario y se quiere desafíar la ley, puede descargarse en formato doc.


Yo, por supuesto, recomiendo no ser un delincuente y comprarlo.


Leed el primer relato, que trata sobre el análisis de las listas de la tintorería de un filósofo ficticio y las relaciona con su vida y obra. Desternillante.

Ah, se me pasó por alto esto entre lo destacable del finado; por si además de Nicotin -que no creo que tenga tiempo de leerlo por la cantidad de porno que debe tener pendiente- hay algún aficionado al tenis por aquí.

¿De qué va?

Es por saber si aparco un rato el porno o qué.

¿Cómo que de qué va? Que son quince folios, tú, pero por la foto de la pelotita amarilla y peluda que encabeza el artículo yo diría que de tenis. Y no sólo vale la pena que te pongas a ello aparcando temporalmente tus cochinadas favoritas sino que además, estoy segura de que te encantaría todo lo que el Sr. Wallas escribió sobre este deporte. En el libro que reseño ya se encargó de explicar minuciosamente y de manera magistral la esencia de éste juego para concluir afirmando que seguiríamos sin tener ni puñetera idea de lo que es el tenis una vez finalizada la lectura. Amaba el tenis y consideraba a Federer su máximo exponente no ya por lo obvio, sino porque representaba "la reconciliación del ser humano con el hecho de tener un cuerpo"; lamentablemente apenas tuvo tiempo de vivir la explosión de Nadal para seguir deleitándonos con sus crónicas.

Lo bonito del tenis no sólo está en los ángulos abiertos o la geometría del juego que con tanta profusión describe, sino también en la intuición necesaria para que algo que es matemáticamente complicadísimo -más allá de lo que pueda hacer máquina alguna- se pueda hacer a un ritmo endiablado y con una precisión asombrosa. Y por si ello fuera poco, con elegancia. De eso es lo que va el artículo en realidad. El hecho de que seleccione un pre torneo para narrarlo, simplemente lo remarca. Que jugadores de los que nunca has oído hablar sean capaces de hacer cosas más allá de las capacidades del común de los mortales, y que "sólo" estén entre los 100 primeros. Tipos que juegan a esto casi nunca por dinero -no hay dinero sino gastos en estos niveles del tenis- son capaces de hacer cosas inverosímiles. Es cierto que no están al nivel de los buenos de verdad, pero sí pueden barrer de la cancha a cualquier jugador de categoría regional, e incluso nacional, y no son nadie. Esto es algo que resulta muy difícil de ver en televisión, pero esa también es la magia del tenis. Que esta gente hace parecer extremadamente sencillo algo que intrínsecamente es complicadísimo. Aunque en justicia, la velocidad y efecto que coge la bola es imposible de apreciar en la muy estudiada posición de la cámara. Por lo demás, el artículo no es más que una sucesión de anécdotas tratando de mostrar estas ideas centrales.

Algunas de las notas son muy divertidas. La de Jimbo Connors es impagable. También las continuas referencias a Agassi o el pelo en la espalda de Sampras tienen su qué. Sobran tal vez las continuas referencias a la dificultad física de este deporte; es cierto que es muy explosivo, pero hay deportes bastante más duros. El fútbol, por ejemplo, es mucho más físico y requiere también una serie de habilidades, como la visión que tanto remarca, que no están al alcance de todo el mundo. Aunque sin duda resulta mucho más aburrido para el espectador que el tenis.


¿Alguna cosita más, cretino?

Vale, vale, me has convencido.

Hay que joderse.

El artículo es un coñazo, como casi todo lo que he leído de este tipo. A veces la exhaustividad en las descripciones y la minuciosidad paranoica en la narración está bien como recurso, pero no como estilo. Cuando esto es constante se hace aburridísimo. Está bien, eso sí, para escribir la lista de la compra o una guía de teléfonos. Es el caso de este artículo consigue que algo muy divertido como el tenis parezca igual de apasionante que el cultivo de plantas contado por el padre Mundina. Es verdad que las digresiones que comenta Shiz a veces tienen gracia, pero me parece que ésta se deriva más de el alivio de salir de ese maremagnum de datos, aunque sólo sea por un momento, que porque este tipo fuera realmente gracioso.

Y son 15 páginas, sí.

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Bueno, teniendo en cuenta que vives por y para los microorganismos y que nuestras diferencias en según qué aspectos -lúdicos principalmente, que no lúbricos- son insalvables, me resulta incluso halagador que Wallace te parezca un coñazo. De hecho, aún recuerdo con mezcla de cariño y desazón aquella vez que casi me retiraste la palabra y el saludo tras ver una película que te recomendé. ¿Fue "Shortbus", Did? Qué risas.