Babylon escribió:He encontrado
este artículo en la wikipedia donde viene una lista de libros que han ganado tanto el hugo como el nébula. Siempre está bien para sacar ideas sobre que comprar:
Por cierto, ahí falta "Flores para Algernon", si bien es cierto que ganó el Hugo como relato corto y el Nebula ya como novela larga y el formato no era el mismo.
Yo venía a comentarlo porque lo he releído -versión novela- tras muchos años y vengo a recomendarlo encarecidamente. Y al contrario que muchas otras lecturas de la adolescencia, es tal y como lo recordaba: una de las novelas más originales y fascinantes que he leído nunca.
Puede que literariamente no esté al nivel de muchas obras maestras (especialmente en la parte más "convencional" de la novela), pero hay dos cosas que hacen de ese libro algo único:
Una, el modo en que Daniel Keyes recrea el monólogo interno de un retrasado mental. Parece sencillo cuando lo lees, pero lo cierto es que resulta muy complicado plasmar esa clase de pensamiento de manera convincente. Lo más chocante es la viveza del personaje protagonista, Charlie Gordon: sabes que es un personaje inventado, pero leyendo el primer tercio de la novela tu cerebro se convence de lo contrario,
crees conocerle y no te sorprendería que alguien te lo presentase de repente.
Y lo otro es el final que lógicamente no voy a desvelar, pero del que me atrevo a decir que ni los Dostoyevsky ni los García Márquez de este mundo han conseguido cerrar así una novela. Las tres o cuatro páginas finales deben ser el final más emocionalmente impactante que he visto en un libro de ficción, ahora mismo no se me ocurre otro caso comparable. Es decir: novelas mejores como conjunto hay muchas. Pero novelas con un final tan bueno, no. Es un final definitivamente pensado para apabullar al lector por donde menos se lo espera. No es que haya sorpresas argumentales ni giros sorprendentes ni nada por el estilo, es algo más sencillo y directo: Keyes sabe la simpatía que despierta el personaje de Charlie Gordon entre la mayor parte de sus lectores, y simplemente suelta una andanada final basada única y exclusivamente en explotar esa simpatía. Dicho de otro modo: quien no sienta cierto estremecimiento leyendo ese final, es que probablemente carece de entrañas.
Por cierto, me ha gustado mucho la portada de esta nueva edición que han sacado, muy lograda, la mejor que he visto hasta ahora y eso que no me suelo fijar en las portadas:
