Nicotin escribió:Lo deduzco porque si incluso Gandalfini -en su entrañable pero radioactivo refinamiento- dice que el libro son "reflexiones de solterona", es porque el libro debe ser algo parecido al desfile de "The Wall" pero con agujas de macramé en vez de martillos.
Ajam.
Gandalfini escribió:Al final voy a acabar buscando por Internet si la Amélie está soltera o no a ver si he acertado. Se nota, repito, eso se nota, igual que se nota que un autor, tío, es un misógino, son estados de la persona que responden a ciertos patrones y son palpables, no hace falta leer o escucharles hablar de esos temas específicos para darse cuenta, con un poco de empatía sobra. Me extraña, precisamente, que tenga que explicarle esto a una mujer, que normalmente son las que cogen al vuelo este tipo de cosas. Será que soy un poco marica o ella un poco marimacho.
Me parece fantástico todo esto, de verdad, pero creo que no te has dado cuenta de que sigues sin responder a la cuestión que te planteé cuando reseñaste el primero. Porque independientemente de tus "lo noto" o "puedo sentirlo, créeme", sólo apuntas que algunos autores son claramente misóginos y la misoginia, hasta donde yo sé, nada tiene que ver con el estado civil. Así que me adelanto a que me vengas ahora con que algunos autores son claramente sádicos, oligofrénicos, frikis o demagogos y repito: a mí me gustaría saber, Gandalfini, por qué crees -según tu opinión- que cuando se critica la obra de un escritor nunca se utiliza el comodín del estado civil para llegar a según qué conclusiones. Esto es, rara vez te encontrarás con "las reflexiones de un solterón
loquesea" cuando lees una reseña, ¿verdad?
Desou desu.