JavierBalmis escribió:Yo quisiera saber por qué estornudo cuando me da el sol en la nariz. Atchisssss...
De todos es sabido (ay, donde estará éste...) que si tienes ganas de estornudar y no puedes hacerlo, el estrés y frustración resultante pueden hacerte llegar a desear la muerte de todo ser humano en un radio de 10 km. Se dice que la última vez que Chuck Norris tuvo ganas de estornudar y no pudo, la historia lo llamó "séptima extinción".
Entonces: Un modo de evitarlo es mirar una luz intensa. No tiene por qué ser la del sol, al menos a mi, las lámparas y fluorescentes me sirven igual. Si tengo ganas de estornudar y noto que se va, como no voy a poder soportarlo, busco una luz cualquiera y me la quedo mirando. La expectoración de mocos y el alivio consiguiente que acompaña a ese pequeño orgasmo que llamamos estornudo, es tan cojonudo, que deseas tener otro.
Ahora. Ni puta idea de por qué.
Bueno, si, pero forma parte de otra teoría mongola mía. También sobre bebés (para variar). Aunque aquí añado un poco de redes neuronales y backpropagation, que de eso se un poco.
Y es que creo que para un bebé todo es dolor, y a medida que se acostumbra a los estímulos, deja de serlo.
Es decir: Cuando tu vas a ver una luz intensa, a la que no estás acostumbrado, duele. Si la vieras siempre, no te dolería, te acostumbras. Si estás mucho tiempo en la oscuridad y la ves, duele. Si nunca la hubieras visto, la primera vez dolería. Para un bebé, la luz normal duele. Lo mismo con los sonidos, con el tacto, con cualquier otra cosa.
Las neuronas que reciben la señal, están al principio a 0, es decir, no reciben intensidad. A medida que son estimuladas por los nervios que recogen las sensaciones, empiezan a recoger intensidad, pero originalmente lo interpretan como dolor, porque se sale de lo que están acostumbradas a recibir.
Y a medida que reciben más estímulos (repito: De luz, de sonido, de temperatura, de presión, de lo que sea el nervio con el que se conectan), van ajustando el máximo y el mínimo que reciben, acercándose más a lo que acostumbran a recibir, y dejando que el umbral de dolor solo aparezca con aquellos valores recibidos que están fuera de lo habitual.
Y por eso un bebé llora constantemente: Su red está aprendiendo, y todo traspasa originalmente el umbral de dolor.
Y por eso nosotros solo recibimos umbral de dolor cuando estamos expuestos a un estímulo que no es el habitual.
Y por eso estornudas: La visión de una luz diferente a la habitual, hace que sientas dolor, que tu mente traslada a un estornudo.
Cómo?
Ni puta idea, pero hoy, hasta aquí hemos llegado.